Capítulo 43
Para nada, son cien por ciento tuyas.
Bailamos gran parte de noche, había cientos de amigos y conocidos de la Lomas, increible. La cabina del Dj lanzaba flashes y humo. Por momento me sentia mariada y maria me tenia bien sujeta. Majo se dejó llevar también con la gente, amigos y conocidos, tomamos bastante. Me encantaba como se veía, distendida con Diego, hacían bromas y se reían. Si bien habían muchos invitados, nosotros nos manteníamos alejados y bebiendo. Nos habían dejado un lugar cerca de la cabina y de la barra, era nuestra zona reservada y solo podíamos estar amigos y familia.
Ella se contoneaba completa bailando con Julian y me ponía frenética...
- ¿te vuelve loca no? - Diego se había acercado y se reía mientras me hacía bailar y yo miraba como Julián.
- Estoy muy enamorada...
- Si mi cuñada es preciosa y muy dulce
- ¿Cuñada? Cómo decir cuñada no lo sé
- ¿No oficializaron?
- Yo soy exclusiva, ella no lo sé.
- Paulina, vive pegada a ti o a los niños. Es hermosa. El otro día fui a su despacho, tu madre me usa de intermediario y como es la abogada de la familia ya, fui. Deberías de verla estaba hermosa con sus hijos Pau.
- Esta muy feliz con los gemelos
- Deberías oficializar ¿o no?
- Si, pero hoy quiero divertirme.
Nos acercamos a mi hermano y Majo, Elena llegó con lo que sería un nuevo novio y nos regaló a cada uno un cigarrillo de marihuana. Obviamente encendí el mío y Majo lo noto, no fumaba siempre pero admitiré que fume mucho más que antes. Comencé a bailar y ella me apoyó el cuerpo, me mordí las orejas.
- no sabía que fumabas
- Si, me relaja. Son mejores que tus pastillas.
- ¿A si?
- Y me da ganas de bailar
- Y de que más te da ganas.
- De ti hermosa -
Majo me tomo de la cintura y como estaba nos tiró a la piscina juntas. Salí del agua abrazada a su cintura y besándola duramente. Disimulamos un poco pero estaba muy excitada y sentí que ella también. La piscina tenía mucha gente dentro por ende no lo notaron...Nos besábamos cada vez más y Majo me llevó al costado de la piscina apoyarme contra la pared. Le pedí que no... que lo evitemos porque se darían cuenta. Me subió apoyando mis piernas en sus caderas y nos besamos, ella corrió su traje de baño y el mío. La sentía apenas, pero la sentía. La abrace, la besaba, pero necesitaba sentirla todo dentro.
- Vamos a la recámara Majo
- Así no puedo salir.
- Okey esperamos.
- Aquí y ahora
- No podré mi amor, voy y preparo todo ¿si?
- Está bien, tratare de calmarme, espérame.
- Totalmente desnuda.
- No ayudas mi cielo.
Subí por las escaleras, tomé el cigarrillo que quedó en la mesa y mi hermana me seguía con la mirada, noté que no era a mí sino a Mara, había olvidado que es amiga de Claudio ¿Que hacia aquí? me mantendría alejada de la loca esa, seguro la envío para vigilar a mi hermana. Ella tomaba a su nuevo chico y lo besaba. No le di importancia.
Llegue a mi habitación designada y comencé a desnudarme, me duché para quitarme el cloro y cuando salí, escuché ruidos en la alcoba pero no era María, Mara había entrado, me había seguido.
- ¿Que carajos haces aquí? ¡vete!
- ¡Qué te pasa? Pensé que te me insinuabas - estaba ebria y se me acercaba.
- Aléjate Mara - tome un cinturón de la mesa de noche de mi mamá que, Majo llevaba en la cintura con una camisa.
- ¿Qué pasa? La mujer con la que coges te pone violenta. Ven te calmaré
- Te vas o te golpeó ¿qué te pasa?
- Pau, no quiero pelear, estoy ebria y quiero cogerte como antes, aprovechemos que tu chica no vino
- ¿Que dices? Estaba en la piscina, vete de aquí.
- ¿O que?
- ¡Te golpeare loca!
En ese momento Majo entraba a la habitación y se quedó pasmada con la presencia de esa mujer. Mara me miró fijo, miro a Majo de los pies a la cabeza, dijo algo inaudible y se fue.
- Mi amor esto, se metió en la habitación - decía cerrando mi bata
- Está bien, iré afuera a la fiesta.
- No espera ¿qué pasa?
- No... no soy quien para decirte nada.
- ¿Que dices? Me importas - me acerque, la pegaba a mi y tome su cola apoyándome completa en su cuerpo
- ¿Te importo? - tenía la carita de Mar cuando quiere un chocolate de la tienda.
- Me importas, me encantas, te necesito.
Me colgué a su cuerpo, la besaba y ella también, nos necesitábamos. La tire a la cama y me quite la bata, me deje hacer por ella.
Se apoyó sobre mi cuerpo y me besaba lentamente y mirándome fijo y con ternura...
- Pau...- parecía nerviosa y creí lo peor- quiero saber si tú quieres realmente comenzar de cero conmigo - levantó su cuerpo y beso mi boca, apenas despegándose y mirándome a los ojos - ¿quieres volver? ¿Quieres intentarlo de nuevo?
- ¿A ser una pareja?
- Si
- Mi amor, pensé que ya lo éramos - tomo mi cara con las dos manos y me volvió a besar
Todo volvió a comenzar pero yo necesitaba tenerla, hacerla mía. La tocaba y notaba que ella también. Me ponía loca como me apoyaba su cola.
- María basta, me estás poniendo como loca con estas nalgas.
- Te llevan esperando muchos años mi amor.
- ¡Ay por favor! Claro, seguro. Se la habrás entregado a alguna por ahí
- Para nada, son cien por ciento tuyas.
Comencé a estimularla con mi lengua y dedos. Le encantaba pero necesitaba sentirla.
- prometo solucionarlo esta semana mi amor.
- Perfecto - se estiraba y dejaba su cuerpo escultural... - pero ahora haré yo, porque creo que cuando comiences no me dejarás cogerte más.
- Qué comes que adivinas, serás mi hermosa novia pasiva - se comenzó a reír y me penetro duramente. Escuchábamos la música a lo lejos, volví a tomarme del dosel y me deje hacer por mí oficialmente ya, novia.
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Siempre tú
Fiksi PenggemarPaulina de la mora se enfrenta a una realidad, a una vida completamente nueva acompañada de sus hijos, pero el pasado vuelve a ella, ese pasado con perfume de mujer...