Cierra antes de irte, nos vemos mañana María José.

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Capítulo 25

Cierra antes de irte, nos vemos mañana María José.

Mi día en el spa fue excelente, pude pensar en todo lo que me estaba sucediendo y parte de lo que mi madre me decía era real, María siempre me dejaba. Nuestra relación se salió de control y lamentablemente debía guardarme todo esto que siento para no lastimarme más y a mis hijos. Hoy mismo cuando la vuelva a ver se lo plantearía. Yo sufrí mucho su ausencia, y mis niños involuntariamente también, tuve un embarazo de riesgo y no por ser dos, sino por lo mucho que sufri y la espere. Mi madre me había echado de mi casa y mis comodidades, apenas comía porque sufría de gastritis hemorrágica, por ende debía cuidarme mucho en lo que consumía, generando finalmente un embarazo de riesgos, dando como resultado a dos criaturas baja en peso y prematuras.

Llegué pasada la tarde y mis bebés merendaban y jugaban con María José, ella pretendía estar un poco distanciada pero yo también me mostré igual pero cordial. Le consulte cómo había sido su dia 100 por ciento madre, y ella me respondía con monosílabos. Si no hubiera sido por mis hijos ella jamás me iba a contar de su dia, aunque noté que ellos tampoco la pasaron del todo cómodos. Yo se que no estaba enojada porque le deje a los niños, estaba indignada que no le comentará donde iba a irme o donde me fui. Solo acudi a la invitación realizada por el spa, pero ella no era quien para reclamarme nada.

Hice dormir a mis hijos luego de la ducha, estaban los dos muy pegados a mi, solo los dejaba con su nana o alguna persona de la familia, esta era la primera vez en un fin de semana que los dejaba con ella, y aunque ellos la conocen, me necesitan porque yo soy la unica mamá que conocen.

Cuando baje note que ella no se fue, me dolía realmente esto, porque la pasaba bien, pero no podía dejar de doler, era preferible que duela un poco por tenerla cerca y de poco se irá curando este malestar, un malestar que llevaba años doliendo. Hice té para las dos y cuando ella pretendió besarme la paré en seco y me senté apoyando su taza de té.

- ¿Qué pasa? - me miraba fijo y note el temor en su voz.

- Siéntate Majo.

- ¿Qué pasa? ¿Donde estuviste? ¡con esa proveedora seguro!

- Calla por favor, deja de pensar cosas incorrectas.

- Tu madre me insulto y maltrato, tú simplemente te fuiste a disfrutar tu día.

- La que se fue fuiste tú, obviamente me corresponde un día a la semana tranquila sin hijos o ¿No?

- Si tienes razón, pero íbamos a estar juntas.

- Estuvimos y de eso quiero hablar.

- ¿Qué pasó ahora?

- Somos mamás María José, no somos una pareja y creo que ahí es donde nos confundimos.

- ¿Que? Momento dijimos de ir lento.

- No quiero Maria, no quiero ir lento, ni ir a ningún lado.

- ¿QUE? Pero mi amor - me aleje de ella, pero tome sus manos.

- Me encanto mientras duró pero no quiero lastimarte de verdad, no fue algo grato para mi nuestra separación, ni siquiera se porque me dejaste y la verdad ya no me importa.

- Me fui porque estabas con Carlos, me fui porque me ignorabas y me alejabas para hacer una vida fingida de pareja con él.

- Me acosaban los medios de comunicación y tu no lo entendiste. No debías tampoco.

- No, me ocultaste siempre, no quisiste afrontar nuestro amor.

- Y me castigaste yéndote y alejándote de mi.

- Claro, era lo mejor. Tú hacías tu vida y yo la mía.

- Claro, no tuviste la valentía para dejarme.

- Las veces que intenté tu me enredabas con que todo iba a ser diferente más adelante. Que me amabas.

- ¡Te enredaba!- sonaba mi voz con sarcasmo- claro con mentiras ¿Seguro? ¿Eso fue lo que le dijiste a tu familia? O ¿Es lo que tú mamita te dijo que hacía yo contigo? Sabes que no me importa yo no quiero mas esto.

- Espera, espera Pau, hermosa por favor.

-Basta María José. Seguiremos con el trato cordial por los niños, pero apenas sepan que eres su madre ya no tendrás que volver aquí, tendrán días establecidos y responderás como mamá.

- Entiende que me sentí lastimada, por eso me fui.- le corrían las lágrimas, era sincera pero a mi no me importaba ya.

- La diferencia María es que yo no tomaré a mis hijos y me iré de aquí, te enfrento y te digo que hasta aquí - Me levanté y la miré fijo- Cierra antes de irte, nos vemos mañana María José.

Apenas entre a mi habitación, escuche como se cerraba la puerta. Me dolía pero era lo mejor que podía hacer. Ella es una madre en contruccion, yo la ayudaria con todo, sabía que postergaba la parte legal aunque ella lo insinuó varias veces, también lo haríamos, lo único que le pediría era que no viajará a España sin mi. Y como aquellas noches, me tire en la cama, me puse de costado y el movimiento involuntario de acariciarme la barriga cuando sentía su vacío se apoderó de mí. La perdía nuevamente, pero muy dentro mío sabía perfectamente que jamás la tuve, ella era una invención de una realidad que no existiría nunca.

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora