Las cosas en la familia iban mejor que nunca, el embarazo se desarrollaba de forma normal, mis hijos llevaban muy bien todo el asunto del bebé comenzando a crear lazos con él, a pesar de que Paulina nos explicaba que aún no oía nada nosotros le hablábamos cada noche. Todo sería perfecto de no ser por los pequeños sangrados que Pau presentaba, es normal lo único que decía pero claro, para mí tratándose de mi pequeño nada lo era.
Desperté con el sonido de mi alarma, habíamos dormido muy poco, mi mujer se veía tan hermosamente dormida que preferí dejarla descansar, me apresúrate a despertar a los niños quienes sorpresivamente ya se encontraban en la cocina esperando, un poco de fruta, jugo además de unos sandwiches para el almuerzo y estábamos listos para salir. Era viernes y se notaba por lo feliz que estaban de ir al colegio, ambos conversaban de lo que harían en el día libre de clases hasta que mi pequeña me preguntó
- Mami, ¿qué haremos mañana?
- ¿Quieren ir al cine?
- No de nuevo, queremos ir a escalar o a la granja
- Pero niños, mamá no...
- Mamá dijo que podemos elegir, ya estamos cansados de tanto cuidado.
Debía hablar con Paulina, habíamos acordado minimizar los esfuerzos por lo menos hasta comenzar el segundo trimestre, los dejé en la puerta del colegio a lo lejos ví a Rodrigo el hombre que estaba compitiendo por un puesto en el buffet, me saludaba, a decir verdad me hizo sentir un poco incómoda su mirada pero le devolví el saludo sin acercarme.
Me tomé el día libre volviendo a casa justo a las 10 AM cuando Paulina recién despertaba, se veía un poco mareada seguramente por las náuseas.
- Deja ahí mi amor, haré tu desayuno
- No soy una inútil María José
-Ay por dios, que humor. Lo se mi vida pero me encanta consentirte - entre besos le prepare algo sencillo que pudiera comer,a pesar del clima ella moría de calor pidiéndome tomar el sol junto a la piscina, claro que acepte y de nuevo, con besos subimos a nuestra habitación.
- Hmm esto no me queda más - Mi chica estaba muy molesta.
- Amor no exageres, se te ve hermoso
- Claro que no, estoy gorda y fea- la abracé por la espalda poniendo mis manos sobre su apenas notable vientre.
- Estás hermosa, nuestro pequeño garbanzo está creciendo lento.
- No mientas, soy una ballena, por eso no me tocas más -
- Amor no, no es eso
- ¿Entonces? hazme el amor Majo, te necesito- se giró a mi completamente desnuda.
No puede contenerme, la deposité suavemente en la cama, bese cada parte de su cuerpo y le hice el amor hasta que de nuevo fue hora de recoger a los niños, hubiera deseado quedarme toda el día ahí pero el deber de madres llamaba, la deje en la florería, prometiendo que iríamos los cuatro a almorzar a su restaurante favorito.
Fuera del colegio un grupo de mamás hablaban, preferí quedarme lejos de esas mujeres tan hipócritas, distraída en mi celular no note cuando Rodrigo se acercaba a mi
- ¿Por qué estás tan sola?
- Espero a mis hijos - fui cortante, pero Rodrigo me sorprendió.
- Hermosa, inteligente y buena madre, no podías ser más perfecta.
- Grácias - este tipo era un completo idiota
- Porque no vamos a un lugar más tranquilo y platicamos, no de trabajo por supuesto.
- ¿Y tú esposa?
- No está aquí, y no tiene porqué enterarse- parecía que la vida me sonreía pues justo a tiempo salieron mis hijos corriendo a mi.
- Mami mami, mira -
- Vaya, igual de hermosos que su madre, entonces hermosa, podemos esperar a mi campeón y vamos los 5 por un helado-
- Helado, sí mami, vamos - a María le pareció buena idea, pero Bruno estaba distante.
- Gracias Rodrigo pero mi esposa mi hermosa esposa me espera en casa y estoy más interesada en pasar la tarde con mi familia, nos veremos en la cena saludame a tu esposa-
Lo dejes ahí, me parecía repulsiva su manera de ser, Bruno seguía distante aún cuando llegamos a la florería.
- Ma, debiste dejar que nos llevará por helado
- ¿Quien iba a llevarlos por helado?- Paulina terminaba un hermoso arreglo de tulipanes
- Un hombre que coqueteaba con mamá - Bruno era muy vivo, él se daba cuenta lo que estaba mal desde pequeño.
- Solo era amable Bruno.
- Un hombre amable ok- nos dejó la vi irse a la oficina, aunque moría por seguirla y explicarle me quedé con mis niños viendo cómo discutían por lo ocurrido.
ESTÁS LEYENDO
Siempre tú
أدب الهواةPaulina de la mora se enfrenta a una realidad, a una vida completamente nueva acompañada de sus hijos, pero el pasado vuelve a ella, ese pasado con perfume de mujer...