Me hace mal estar al lado tuyo, sabes

474 37 0
                                    




Capítulo 27

Me hace mal estar al lado tuyo, sabes

Llegue temprano a su casa y se la notaba dormida, me ofrecí a hacer los desayunos y ella solo asintió con la cabeza, estaba muy seria. Le pedí hablar fuera de la casa y seguro creyó que iba ser lo mismo que hace unas noches, pero esta vez estaba muy distante yo también, quería guardas mis formas. Sonriendo los dejamos en la escuela y en el auto volvió a ser todo silencio. Nos sentamos en un bar cerca del cole de los niños y me explaye.

- Dime - me increpó, miraba su celular distraída e intente que prestara atención

- Me voy,  vuelvo  a Madrid dentro de unas semanas, no estoy bien aquí y debo regresar. Tengo mucho trabajo no sé si te lo he comentado pero bueno, lo estoy postergando - se quedó atónita mirándome, no creía lo que le decía.

- Pero, ¿Bruno y Mar? Te pedí Maria que no nos vuelvas hacer esto, te dije que te alejes para no lastimarlos.

- No, calma yo no los dejaré y de eso quiero hablar, necesito que ellos sepan quien soy, no entienden que hago en su vida y me consultan cosas que no puedo responderles, quiero organizar un régimen de visitas con ellos y que disfruten de mi, mi familia y todo lo que merecen.

- No, no creí que íbamos a hablar de esto, pero los niños no saldrán del país María.

- ¿Puedes venir tú con ellos al menos para que mi madre los conozca?

- No lo sé, supongo - la deje en blanco ella no esperaba esto - no sabía que te querías ir.

- Me hace mal estar al lado tuyo, sabes. Pensé que iba a ser más fuerte pero no puedo hermosa. Mi idea era viajar a México tratar de sacar a Roberta o ayudar lo máximo posible e irme. No cruzarte, no verte, nada. No tienes idea de los malabares que hice para evitarte.  María y Bruno fueron la sorpresa más hermosa que me tenía deparado el destino e imaginé que podríamos volver a internarlo juntas, tal vez me equivoque tanto, en fin. Yo no quiero condicionarte, no quiero lastimarte. Tienes mucha razón con todo lo que dijiste. Lo nuestro no puede ser y es imposible, no por nuestra condición, sino porque estamos hechas para estar alejadas. Hay mucho dolor que dudo que algún día lo podamos curar. Solo te pido respeto y que podamos hablar con ellos lo antes posible.

- María.

- Tengo que irme hermosa, te veo mañana. Será imposible que hoy vea a los niños con mi trabajo. Pero dime tú cómo estás con tus tiempos, ¿Me necesitas?

- Lo niños te necesitan siempre.

- Bueno entonces a la noche iré a verlos.

Bese su mejilla y ella se quedó sentada en el bar, vi por el reflejo del vidrio que se tomaba la cabeza y rompía en llanto. No iba a volver a consolarla, esto era sano y lo mejor para nosotras y sobre todo para nuestros hijos.

Llegue a casa llorando, toda la corteza que había creado para hablar con ella se quebró apenas cerré la puerta, me puse en cuclillas sobrecargada en la puerta. Lloraba como una desgraciada, pero era lo mejor, mis nenes iban a viajar con ella y yo los disfrutaría. Pero ¿Y mientras? los iba a extrañar como loca, o sea ¿VIví estos años extrañandola todos los días y ahora sumaba dos personas más? Mi celular sonó y pensé que tal vez era ella, tome el movil y no, mi hermanita. Respire dos veces y atendi.

- Puri, amor te llamo luego ¿Si?

- ¿Todo bien? ¿Mis sobrinitos?

- Bien, bien.

- Maria, ¿Que pasa?

- La volvi a perder- y explote, mi hermana trataba de calmarme y yo no lograba poder respirar bien,  sentía un dolor como si la piel se fuera desprendiendo de mi.

-¡MARIA POR DIOS, ESCÚCHAME, TODO ESTARÁ BIEN, VOLVERÁS CON ELLA Y LOS NIÑOS PODRÁN ESTAR CONTIGO.

- Quería mi familia Puri.

- La tendrás hermana, algun dia. Ahora dale su momento, esperate un poco antes de venirte a casa, sabes como es Pau cuando explota, dale sus días y semanas y luego arremetes de nuevo intentando una oportunidad. Era mi mejor amiga, la conozco.

- ¿Tu crees que a ti tambien te dara una oportunidad?

- No hermanita, lo nuestro fue otra cosa, yo te negué y ella estaba embarazada, la abandone como amiga.

- Virginia la echó de la casa, ella sufrió mucho.

- !Mierda!

- Sabes, vi fotos de los niños y eran super pequeñitos cuando nacieron, creo que tuve la culpa ahí, ella no me quiere contar ni cómo fue su embarazo realmente.

- No te digo que dejes de culparte, pero intenta sanar eso y huir aqui no ayudara esta vez.

- Ya le dije que vuelvo.

- Se enojó seguro, no lo admitirá pero debe estar mal. Cálmate y duchate, tomate un té, evita esas pastillas tuyas y duerme un poco.

- Gracias por cuidarme siempre Puri.

- Te amo hermana.

Corto lo llamada e hice todo lo que mi hermana me dijo, puse la alarma para ir a ver a mis niños, los extrañaba tanto, por lo menos si no la tenía a ella, siempre íbamos a tener algo nuestro, los frutos de un amor tan grande y maravilloso que iba a durar para siempre.

Siempre túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora