VACIA

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El hombre se vistió rápidamente para poder llegar al trabajo antes que termine el almuerzo. La muchacha lo observo con una sonrisa en sus labios y se levantó con la sabana cubriendo su cuerpo desnudo.

–¿De verdad no quieres quedarte?

–Tengo que irme Natalia. –Suspira mientras se arregla la corbata. –Mi jefe se va a molestar si no llego a tiempo.

Ella se cruza de brazos y se apoya en la pared.

–Esta bien, ¿vendrás a la noche?

La observa con seriedad y niega moviendo la cabeza.

–No creo, si puedo te veré mañana.

Suspira y se levanta de la cama para despedirse, besa sus labios y sonríe.

–Esta bien pero cuando estés libre mándame un mensaje, me encantaría cenar contigo en esta semana.

–Veré que puedo hacer. –Responde.

El hombre se va del departamento y Natalia sonríe mientras apoya su cuerpo en la puerta. Arquea una ceja mientras piensa y se ríe suavemente. Camina despacio hacia el teléfono de línea y marca el número, sonríe satisfactoriamente cuando la atienden enseguida.

–Ya tengo todo, cuando quieras puedes encargarte de todo.

–¿No sospecho de nada?

–Confía en mí, tengo todo controlado.

–Ya voy para allá.

Corta la llamada enseguida y suspira tranquila.

Mientras, la morena observaba donde tiene que estar todas las pinturas para su exposición, indicaba todo mientras la ayuda su asistente.

–No lo rompan por favor. –Ruega loca por los nervios.

Se calma enseguida luego de tomar un poco de agua, pero tiene mucho miedo por su esposo, ¿de verdad el vendría a la noche como el le prometió? Quería pensar que sí, le había prometido que lo haría.

Trata de calmarse y su asistente la observa.

–No te desesperes Olivia. –Apoya la mano en su hombro. –Solo cálmate, ¿sí?

Traga saliva y sonríe para hacerle entender que todo saldría bien.

–Este día será tan largo, me esperan entrevistas a la tarde, luego la exposición. Estoy tan ansiosa.

–Todo saldrá bien. –Sonríe suavemente. –Estuviste todo el invierno preparando todo para la exposición, todos la amaran.

–No quiero que todos lo amen, solo quiero que se sienta orgulloso. –Olivia piensa y suspira.

La sala está llena de cuadros pintados por Olivia y a ella le fascino el resultado, casi se quedo maravillada como quedo todo.

–Te dije. –Dijo su asistente mientras sonríe.

Ella se sintió mucho mejor y dejo a la muchacha para arreglarse para todo lo que seguía.

Olivia Castro es una de las mejores artistas de la Argentina, reconocida en Latinoamérica por su talento desde que tenia 20 años. 10 años ejerciendo y amando su trabajo desde que decidió que el arte es su pasión.

Conoció a su esposo en una de sus exposiciones y se enamoro de el desde el primer día, lo sigue amando, pero desde que ascendieron a su esposo en el trabajo, se encerró cada vez más en el trabajo, alejándose completamente de ella, sintiéndose cada vez más sola.

A pesar que siguen manteniendo relaciones sexuales, sentía un vacío emocional y más ahora que quería su apoyo para este momento, necesitaba sus palabras de que todo saldría bien. Cierra los ojos, dejando escapar el aire que contuvo mientras estuvo sumergida en sus pensamientos.

Olivia se sentó en uno de los finos sillones del museo y espero a la primera entrevistadora. Todo resulto cansador mientras que pasaban todos los periodistas que pedían una entrevista. Ella respiró tranquila cuando todo acabo, pero faltaba lo más importante.

Deseaba que Guillermo llegara a tiempo en la noche.

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