Adulterio

GUILLERMO

Hoy es la maraton, espero que les guste lo capítulos. Ya se vienen los capítulos llenos de intensidad y se muy bien que mucha gente se va a enojar pero bueno, es lo que había pensado con anterioridad antes de escribir la novela...

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Guillermo viajo hacia el hospital como un alma en pena y bajo las cosas para Olivia, camino lentamente escapando de los medios. Su rostro está completamente demacrado y encontró a Liliana afuera de la habitación.

–Todavía no sale de la habitación. –Dice molesta. –No se va más.

El hombre no dice nada, solamente entra a la habitación y mira a la mujer de su vida durmiendo plácidamente. Deja el bolso sin mirar al joven que gano el amor de Olivia, estuvo por irse cuando vio que Olivia empezó a moverse lentamente y Mateo agarro su mano.

–Olivia. –Dijo el joven.

Ella solo abrió un poco los ojos, sin entender donde estaba y solamente necesito una presencia.

–Guillermo. –Susurra.

Los dos hombres estuvieron en silencio, Mateo sintió una furia interna que se desparramo por todo el cuerpo y Guillermo sintió ganas de llorar, escuchar su nombre saliendo de los labios de su esposa fue música para sus oídos. Se inclino hacia su mujer y toma su mano con fuerza.

–Guillermo. –Vuelve a llamarlo, tratando de abrir los ojos pero la anestesia todavía sigue estando en su organismo. –Guillermo.

–Aquí estoy, mi amor. –Dice mientras llora.

–Quédate conmigo. –Ruega. –Te necesito.

–No me ire a ningún lado. –Sonríe suavemente.

Ella lloriquea un poco y Guillermo besa suavemente sus labios, la esperanza volvió a su cuerpo y la idea de que su esposa no dejo de amarlo hizo que llore de alegría. La sostuvo con cuidado en sus brazos y Olivia se calmo cuando encontró sus brazos calidos.

Mateo miro la escena con furia y no pudo aguantarlo más, se fue de la habitación y Liliana se sorprendió al verlo de esa manera. Entro a la habitación y se dio cuenta el porque de la furia del joven, provoco que ella sonría al ver tal escena y suspira aliviada.

–Te amo tanto, mi amor. –La abraza con suavidad.

Lo llamo a el, solo a el. Su cuerpo está lleno de alegría al saber que ella lo necesita tanto como el. Su llanto ceso pero su corazón late con fuerza mientras la esperanza todavía está en el.

–Ella también te ama, Guillermo. –Sonrie. –Antes del accidente, me dijo que te ama pero se siente culpable por lo que te hizo.

–No me hizo nada. –Susurra. –La empuje a eso y no me voy a perdonar por eso.

Ella lo miro sorprendida, entendiendo lo que quiso decir.

–¿Entonces lo sabes? –Pregunta.

Asiente lentamente y respira con dificultad.

–Escuche un mensaje de voz de ese tipo. Por un momento pensé que ella dejo de amarme. –Llora en silencio. –Me sentí aterrado y culpable de ser el responsable de que ella dejo de amarme y se enamoro de el... y ahora que la escuche, por dios. Sentí que volví a nacer.

–Nunca se enamoro de Mateo. Siempre te amo a ti, solo que no quiso confiar en ti después de lo que paso.

El hombre sonríe suavemente mientras mira a su esposa durmiendo como un ángel y beso su frente.

–Mi mujer volverá a confiar en mí, más cuando se que ella me sigue amando. –Dice con toda la esperanza que hay en su pecho. –Nadie podrá separarnos. –Se hizo una promesa.

Liliana decidió dejar a Guillermo a solas con su esposa, salió de la habitación y cerro la puerta para darle privacidad. Su esposo la libero para que no sufriera dolor y dejo que durmiera, solamente quiere que ella se recupere del accidente para poder demostrarle todo el amor que le tiene y siempre le tendrá.

Sonrie feliz mientras acaricia su mejilla y besa suavemente su mejilla izquierda. Admirando la belleza de su esposa.