LILIANA

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Más tarde, Olivia baja las escaleras y prepara su desayuno antes de encender la televisión, cuando la encendió ignoro los canales de aire para buscar algo más entretenido mientras desayuna. Tomo su café sola ya que Guillermo se fue al trabajo temprano y tendría la casa sola hasta la tarde, al tener el día libre decidió trabajar en la casa y se puso manos a la obra cuando termino de lavar todo.

Se puso un delantal para no mancharse mientras pinta y enciende el equipo de música para concentrarse. Se quedo toda la mañana pintando, ignorando su celular mientras está concentrada en su trabajo. Deja su pincel en el agua cuando termina y deja que la pintura se seque.

En menos de un mes seria de nuevo una breve presentación de su nuevo trabajo y está ansiosa de mostrar lo que hizo, a pesar que en estos últimos días su inspiración va y viene.

Antes de agarrar su celular, lava sus manos y los seca. Desliza la pantalla y lee los mensajes que le enviaron, uno es de su asistente y dos son de Mateo. Termina de contestarle a su asistente y procede a leer los de Mateo.

"¿Cómo estás?"

"Siento molestarte, debes estar ocupada".

Ella sonríe suavemente mientras contesta el mensaje y lo envía.

"Buenos días Mateo, estoy muy bien, ¿vos como estás? Estuve pintando"

Mateo le contesto el mensaje rápidamente y ella traga saliva al leerlo.

"Estoy bien, pensando en ti. Nos vemos mañana, cuídate".

Olivia se quedo pensando mientras vuelve a leer el mensaje y guarda el celular al decidir no devolverle el mensaje. Sus mejillas están coloradas y siente un leve calor entre sus piernas, respira hondo intentando calmar la excitación que se está acumulando.

Antes del mediodía, Guillermo le escribe a Liliana para saber si está libre para almorzar dentro de un rato y así puede hablar con ella. La mujer le contesta rápidamente para ponerse de acuerdo en donde encontrarse.

Guillermo se apresura para llegar al bar donde ella le dijo que lo está esperando y la ve dentro del lugar, le da un beso en la mejilla.

–¿Cómo está Olivia?

–Bien. –Se muerde el labio. –Cada día actúa como si yo no existiera... el fin de semana estuvo tan rara. –Suspira. –Encima aparece esa loca para decirle mentiras y Olivia no me cree en nada. No se que hacer.

–Sabes muy bien en donde te metías cuando decidiste tener una amante.

–Lo se, te juro que lo se y me arrepiento. –Triste. –Quise terminar todo con esa mujer y desde allí empezó todo este infierno. Fui tan estupido en quedarme callado, tenia que decirle la verdad a Olivia pero tuve tanto miedo.–Cierra los ojos y suspira.

Liliana suspira y apoya los codos en la mesa.

–Hay algo que no sabes. –Lo mira seriamente.

Guillermo la observa lleno de confusión.

–¿Qué paso? No te quedes callada y decime.

–Es sobre Sebastián, Olivia me conto algo que intento hacer ese tipo hace unos días. –Guillermo la miro en silencio, esperando a que diga todo. –Sebastián la beso, le propuso ser amante de ella para vengarse de ti y Olivia se negó. –Liliana observa los ojos furiosos de Guillermo. – Ella no volvió a hablarle después de eso.

Se lleva una mano hacia su rostro y aprieta los dientes.

–Es un hijo de puta, yo sabia que sigue queriendo a Olivia. –Alterado. –Aprovecho el momento para intentar estar con ella el desgraciado y yo pensé que era mi amigo. Por Dios.

–Era cuestión de tiempo, era obvio que algo así iba a pasar.

–Conocí a esa mujer por el, quería que dejara a Olivia. –Entendiendo todo. –Estoy seguro que algo tiene que ver en todo esto pero que ni crea que voy a renunciar a mi esposa, la amo Liliana. Te juro que la amo.

Ella asiente, de verdad le cree pero lo importante es que su amiga le crea y para que eso pase puede pasar mucho tiempo.

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