URGENCIA

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Guillermo decidió no hacerle caso a su esposa y llamo al medico para que viniera cuanto antes. Corto la llamada y se sirvió un poco de agua para llevarle a Olivia. Sube las escaleras y entra en la habitación sin a ver ruido, observa a su esposa y ve que está profundamente dormida. Se acerca hacia ella y se sienta a su lado.

La observa de cerca y apoya la frente con la de ella, la abraza con suavidad, protegiéndola y respira hondo. Espero un rato al medico y Olivia abre los ojos cuando escucha el timbre, tarda unos momentos en despabilarse y mira a su esposo.

–¿Llamaste a alguien? –Confundida.

Guillermo se pone de pie y ella lo mira seriamente, suspira y pone los ojos en blanco.

–No era para llamar a un medico Guillermo, voy a estar bien.

–Quiero asegurarme amor, es para estar más tranquilos.

Guillermo le habla con calma y Olivia respira hondo mientras ve a su esposo bajar las escaleras para atender al doctor. Ella se queda en silencio y en unos minutos aparece su esposo con el doctor.

–Buenas tardes Olivia, ¿Cómo está?

–Bien, un poco mejor.

–Me llamo tu esposo y está preocupado.

–Está exagerando. –Sonríe.

–Eso lo veremos dentro de un rato. –Se ríe y se sienta a su lado.

El medico comenzó a revisarla y Guillermo la observo ansioso, solo deseo que solamente fuera algo con fácil de recuperación. Se mantuvo en silencio mientras el doctor le hace preguntas a su esposa.

–Asique te has sentido cansada. –La ve asentir. –¿Otra cosa que te paso? Mareos, vómitos, algún dolor en particular.

Ella se pone a pensar tranquila y recuerda lo mal que se sintió cuando fue a ver a Mateo, los mareos insoportables, el dolor abdominal.

–Tuve mareos hace más de una semana y también el dolor abdominal. Solamente hoy tuve nauseas.

–Y mantienes tu periodo. –Suspira mientras mira lo que anoto. –Bueno... necesito que vayas con urgencia a una ginecóloga, estás teniendo los síntomas de embarazo.

El matrimonio está sorprendido y Olivia tarda en hablar. Los ojos de Guillermo brillan mientras observa a su esposa, su corazón no deja de latir al sentir como la ilusión de tener un hijo con la mujer de su vida atraviesa por su mente.

–Pero estoy con mi periodo normal.

–Es normal. –Mueve los hombros. –Puede ser que lo estés o sea otra cosa. –Calmado. –Solo te voy a decir que hagas reposo y vayan a un hospital.

Guillermo despide al medico y Olivia se queda sumergida profundamente en sus pensamientos, sin evitar apoyar la mano en su vientre y respira hondo. La idea de estar embarazada la sorprendió por completo y su cabeza no para de dar vueltas. Cierra los ojos y los abre cuando su esposo entra en la habitación, mirándola con una sonrisa.

Ella se mantiene en silencio y Guillermo toma su mano.

–¿Cómo estás?

–Bien. –Susurra. –Solo que un poco aturdida.

Asiente y besa su mano con suavidad, Olivia no para de pensar en fechas y está llena de miedo. Ella siempre deseo tener un bebé pero las dudas la llenan de un pánico que no la deja disfrutar de la idea de que puede estar embarazada.

–¿Pasa algo, amor?

–Estoy bien. –Sonrie un poco. –Solo estoy pensando.

Guillermo peina su cabello con sus dedos y le sonríe.

–Te amo demasiado, mi amor.

Ella lo mira y sus ojos se llenan de lágrimas, la culpa está matando en estos momentos y lo abraza con fuerza, sumergiendo su rostro en el pecho de su esposo.

–Te amo más. –Susurra llena de miedo.

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