Adulterio

MENSAJES

Mañana habra una maraton de 5 capítulos

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Se quedaron en la cama abrazados, Guillermo está contento de que ahora ella deja que lo abrace. Estás semanas en la que abrió los ojos después del accidente pensó que nunca más podría volver a tener contacto con Olivia.

–Todo muy lindo, pero no me dijiste si vas a aceptar el taller. –Bromea.

Ella se ríe y apoya la cabeza en su hombro, sus cuerpos están desnudos y lo único que cubre su desnudez en la sabana.

–¿En serio renunciaste a tu trabajo?

Asiente enseguida y ella miro la firmeza en la que su marido mostro.

–Lo hice. –Sonríe y acaricia su cadera. –Se que todo esto te parece raro, te juro que todo lo que te dije es en serio. –La mira con seriedad mientras besa sus labios. –Quiero que volvamos a lo que éramos antes.

Ella suspira mientras lo observa y muerde sus labios, sintió que está en un sueño y sonríe.

–¿Aceptas o no aceptas el taller? Es mi forma de demostrarte de que apoyare en tu trabajo y todo lo que quieras hacer.

–Yo que pensé que este cambio tuyo iba a durar hasta que te recuperaras...

–No te culpo por pensar así, lo provoque por no fijarme en todas las cosas que hacías. En todo el talento que tienes. –La abraza con fuerza y la admira con una sonrisa en su rostro. –Eres maravillosa Olivia Castro.

Ella sonríe y respira tranquila mientras es abrazada por la calidez de su marido.

–No se que hacer en ese taller, es tan grande para que este yo sola. –Piensa en voz alta. –Un joven estudiante me dijo que le encantaría que diera clases.

–¿Quién?

–Es un sobrino de Isabel Fortunato, ¿te acuerdas de la señora? –El asiente. –En la exposición se presento con su sobrino y hoy lo volví a ver. Me dijo lo que te comenté y que compro un cuadro de los míos. Mi asistente me comento que me compraron 4 cuadros, 3 hay en mi taller y uno lo tiene el.

El se pone a pensar y levanta las cejas.

–No es mala idea que des clases.

–No voy a ser muy buena enseñando.

–Puedes intentar, el lugar es grande y puedes ponerte a prueba por un mes.

Sonríe y ella se ríe con suavidad.

–Lo pensare por unos días.

Guillermo besa su mejilla y se queda unido a ella por un tiempo más. Olivia quedo profundamente dormida y su marido la acomodo con suavidad para que su cabeza descanse en su pecho. Acaricia su espalda desnuda con suavidad y cierra los ojos por un momento, agradeciendo por dentro de haber recuperado el tiempo que perdió por su estupidez. Con solo abrazarla y poder admirarla sentía una enorme felicidad en el pecho.

Más tarde, ella está en su oficina mientras dibuja con una sonrisa. La música la acompaña y su humor es excelente. Dibuja un pequeño boceto para poder pasarlo y pintarlo una vez que esté terminado el dibujo. Guillermo la miro en silencio y ella no se dio cuenta de su presencia. Su marido puso una taza de té en la mesa y ella sonríe.

–Te hice un poco de té, amor.

Ella besa su mejilla y agarra la taza de té.

–Gracias amor.

Olivia toma un sorbo y hace una mueca.

–¿Te gusta?

–Es muy bueno.

Guillermo apoya la mano en su espalda baja y palmea suavemente.

–Te dejare tranquila, si quieres más tarde podemos ir a pasear.

–Me encanta, termino de dibujar y salimos.

Su esposo asiente y sale en silencio. Cuando llega al living, su celular suena y su expresión feliz cambia y se vuelve pálido al ver el mensaje de Natalia.