ANGEL

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La semana paso volando y los medios dieron la inminente alta medica de Olivia Castro. La artista solamente quedo con unas leves heridas en el cuerpo y puede mover el cuello sin que le duela tanto como antes. Guillermo se sintió más aliviado de poder llevarla a la casa y que su esposa esté más comoda. Con el accidente en la casa va a estar muchísimo más segura de Natalia. La llevo a la casa y al llegar, le abre la puerta del auto y la atrae hacia su cuerpo mientras entran a la casa.

Ella suspiro de poder estar al fin en la casa y sonríe suavemente.

–Odio tanto los hospitales. –Susurra y Guillermo se rie.

–Lo se, por eso estoy más aliviado de estar en casa.

Ella se sienta en el sillón y su marido se sienta al lado, apoya la mano en su rodilla y la mira con una sonrisa. Olivia no se escapa más de las caricias o mimos que le da su marido, entendió que Guillermo fue sincero pero hay algo en ella que cada vez que intenta tirarse al vacio, intenta estrellada contra el piso. ¿De verdad le dará otra oportunidad en la que no sabe si quedara dañada de nuevo? No sabe si le dará otra oportunidad, de verdad que lo está intentando pero su cabeza la llama a los gritos de que no lo haga. Y en cambio, su corazón nunca dejo de amarlo, siendo el único sentimiento que tiene para perdonarlo, el amor. Después no hay otra manera porque todavía no confía en el, sabe que eso se hará con el tiempo.

Guillermo no para de decirle que la ama y ella quiere hechos, no palabras y Guillermo decidio a darselas. Con este accidente que casi termina en tragedia sabe que sin ella se volverá loco y no quiere perderla. La protegería de Natalia y lucharía para que Mateo no le arrebate su amor.

Su esposo acaricia su muslo mientras la observa.

–Sera mejor que vayas a la cama amor, te hará muy bien dormir. Yo hare el almuerzo más tarde.

Olivia protesta y niega suavemente.

–Ya estoy cansada de estar en la cama. –Suspira. –Me aburro demasiado.

–Entonces hagamos esto. –Agarra suavemente su mano. –Iremos a la cama y me quedare contigo, podemos ver lo que quieras y asi no te aburriras.

Ella pone los ojos en blanco y no protesta más, se rinde y su esposo se levanta antes de cargarla entre sus brazos. La mira con una sonrisa y ella se sostiene envolviendo los brazos alrededor de su cuello. Besa con delicadeza la mejilla de Olivia y la lleva en brazos a la habitación.

Guillermo se quedo toda la mañana con Olivia, miraron una película o más bien, ella vio la película porque su marido se quedo mirándola en silencio antes de que el sueño la venza. La abraza con suavidad mientras su esposa duerme y la mira de cerca. Su corazón le duele tanto al ver lo hermosa que se ve, su cabello está en la almohada y siente como es sedoso al tacto. Es un ángel, no importa lo que ella haga, seguirá siendo el ángel más hermoso que vio en su vida.

La admiro en silencio por un largo tiempo hasta que se levanto con cuidado y decidio hacer el almuerzo, fue silencioso al salir de la habitación y baja las escaleras, caminando en dirección hacia la cocina.

Se tomo su tiempo para cocinarle un delicioso almuerzo y lo acomoda a la bandeja, puso suficiente para los dos y lo agarra para llevarlo a la habitación. Sube las escaleras y cuando llega a la habitación, la encuentra despierta.

–¿Hace mucho te despertaste? –Sonrie.

–Me despertó un olor riquísimo. –Dice hambrienta. –Muero de ganas por comer eso.

Guillermo se ríe al verla tan alegre y se acerca a ella.

Ella se sienta con cuidado y pone la bandeja en la cama. Se sienta a su lado y besa su frente antes de ponerse a almorzar.

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