PSIQUIATRICO

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El psiquiatra fue visitando a Mateo en el hospital en toda la semana para poder hablar con el. Algunos días, su paciente casi no le habla en sus visitas y otros días hablan como si nada. El hombre se dio cuenta que el joven tiene periodos donde se olvida de las cosas y que suelto puede ser una amenaza para la gente cercana y más para Olivia.

Decidió tenerlo en un lindo lugar donde tienen por un tiempo a personas que necesitan un tratamiento de tan solo unos meses y allí podrá observarlo, con otros especialistas más, para poder dar al clavo y poder ayudar al joven.

Antes de darle de alta, Mateo se entero que el hombre se haría cargo de su alta médica, dándose cuenta que su destino depende de un hombre que nunca le pidió ayuda. Suspira derrotado al darse cuenta que no puede hacer nada. El hombre entra a la habitación con el alta y lo observa con una sonrisa, lo que hace enojar al hombre.

–Se que no estás de buen ánimo Mateo, pero es por tu bien. Solo estarás un mes allí, es un hermoso lugar. Te encantara.

El joven no dice nada, solo guarda sus cosas y agarra su bolso antes de salir del cuarto. Hay una furia interna y en sus pensamientos no deja de repetir de que se vengara de todos.

Más tarde, Olivia salió del baño cuando su celular sonó y corre para agarrarlo. Lo agarra y lo pone en su oreja.

–Hola doctor.

–¿Cómo estas Olivia? Te llame para avisarte que Mateo está en la estancia, no está de buen animo pero ahí estará muy seguro.

Olivia se sienta en la cama y suspira de alivio, su esposo entra a la habitación y la mira con atención.

–Muchas gracias doctor, llámeme por cualquier cosa.

–No se preocupe, cuidese.

Olivia corta la llamada y Guillermo se sienta a su lado.

–Ya lo llevo a Mateo. –Aliviada. –Por lo menos ahí estará bien.

El toma su mano mientras le sonríe.

–Lo se amor. –Besa su mejilla. –Ahora se recuperará.

Olivia lo abraza y besa sus labios con suavidad, disfrutando de su sabor.

–Deseaba besarte.

Guillermo sonríe y le da otro beso.

–¿Ah sí? –Ella asiente. – Entonces te voy a llenar de besos.

Los dos se ríen mientras su esposo se pone encima de ella, quitándole su bata y besando sus labios apasionadamente.

Llego la noche y Mateo mira la ventana desde su nueva habitación, está solo en un cuarto un poco pequeño pero cómodo, no hay televisión en su cuarto y hay una pequeña biblioteca para poder agarrar un libro para poder despejar su mente.

Odia estar encerrado en ese lugar, no puede creer que su Olivia haya hecho una cosa así después de todo lo que hizo por ella. Cierra los ojos mientras se lleva una mano hacia su rostro y suspira con pesadez.

Se acostó en la cama de una plaza y media, el colchón es un poco duro y se siente incómodo, lo que dificulta para poder conciliar el sueño. Pudo dormirse a la madrugada y lo despertó una enfermera a las 8 de la mañana, Mateo se levanta y va al baño para darse una ducha rápida antes de ir al comedor.

Después de vestirse, entra al comedor y no tiene ganas de comer, solamente se sirve un té y se sienta en una mesa alejado de todos, se sentó cerca de una ventana y mira el exterior, ve a gente transitando por la vereda y suspira, apenas paso una noche y ya quiere salir de este infierno. ¿Cómo hará para poder aguantar un mes?

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