INTENTO DE ESCAPE

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Olivia fue directamente a la puerta para volver a intentar si está abierta o está cerrada con llave. Gira el picaporte y suspira apoyando la frente en la puerta. Da media vuelta y camina con cuidado para que Mateo no la escuche. Busca otra salida y se da cuenta que la puerta de entrada es la única que hay en la casa. Suspira sintiéndose impotente y trata de calmarse, se alentó con que alguna salida tiene que haber y lo encontró minutos después en el baño. Hay una ventana que por pocos centímetros puede salir por ahí. Sin hacer ruido abre la ventana y mira el exterior, dándose cuenta que la casa cercana está a la otra cuadra. No sabe muy bien donde está pero no le importa nada, solo quiere escapar de allí. Eleva su cuerpo para poder entrar en la ventana y siente una fuerza que la empuja hacia atrás.

–¿A dónde mierda vas? –La sujeta del pelo una vez que la hace volver al baño.

Ella chilla de dolor y quiere salir de su agarre pero Mateo la sujeta con más fuerza, provocando un agudo dolor.

–Te doy todo y aun así, ¿quieres irte? Eres una gran malagradecida.

–Me estás lastimando. –Ruega. –Suéltame.

–¿Y yo que? Tu siempre me lastimaste y, ¿ahora el malo soy yo?

Hace que ella lo mire y los ojos azules de la mujer están aterrados. Olivia tiembla entre sus brazos y Mateo la mira con ira.

–Que sea la ultima vez que haces algo así porque te juro que te atare a la cama, ni vas a ir al baño. Aunque me duela te juro que lo hare Olivia. No quiero perder la paciencia contigo.

Ella se quedo helada y Mateo espera una respuesta de ella después de su aviso.

–Quiero saber si me entendiste. –Ordena.

–Si, si. –Susurra.

Casi no le sale la voz por lo asustada que está. El joven sonríe y acaricia su mejilla.

–Mucho mejor. No quiero hacerte daño mi amor y espero que aprendas.

Ella no le dice nada, solo le aparta la mirada y su cuerpo sigue temblando.

Mateo la saca del baño y la suelta. Supo muy bien que ella aprendió la lección y no intentara nada.

Guillermo abre los ojos y se siente mareado debido a la anestesia, parpadea unas cuantas veces y observa a Liliana quien está con él.

–¿Estas bien?

La mujer pregunta y Guillermo niega.

–No. –Traga saliva y las lagrimas empezaron a salir. –¿Se sabe algo de Olivia?

–Nada, no hay rastros de Mateo después del secuestro. Me asegure de decirles que él está detrás de todo.

Cierra los ojos con fuerza y quiere sentarse para salir de la cama, sin embargo, le faltan las fuerzas. Liliana lo sujeta para que no se caiga de la cama.

–No puedes ir a ningún lado Guillermo, confía con que encontraran a Olivia. –Trata de consolarlo pero eso no funciona. El hombre está desesperado y lo único que puede calmarlo es que Olivia estuviera con él.

–No puedo. –Llorando. –Tengo tanto miedo por ella, me muero si le pasa algo. –Temblando. –Tendría que haberla cuidado, ¿Por qué siempre tiene que pasar algo?

Se cubre el rostro con sus manos y Liliana no sabe que hacer para calmarlo, es que ni ella puede calmarse por lo asustada que está por su amiga. Solo puede confiar con que la encontraran.

Liliana le conto lo que paso con Natalia y quedo sorprendido por lo que intento hacer.

–Lo ultimo que se es que la policía se la llevo. Solo espero que no vuelva a molestar.

Guillermo no dice nada, no le interesa lo que puede llegar a pasarle a Natalia, lo único que quiere es que su esposa y su bebé estén a salvo.

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