Adulterio

EXCITADO

Natalia se divirtió demasiado al ver el rostro pálido y lleno de miedo de Guillermo, le dio tanta satisfacción que se alejó rápidamente y pudo ver la cara desconcertada del hombre al ver que ella ya no está. Se camuflo muy bien entre la gente y no la pudo encontrar. Al rato, su esposa se acerca al hombre y este no puede disimular su preocupación. Natalia salió del museo rápidamente y se apresuro en tomar un taxi antes de que ellos la vieran.

Guillermo abraza a su esposa y lo único que quiere es irse de ahí, está muerto de miedo por la seguridad de su esposa. Odia tanto a Natalia, pensó que los iba a dejar en paz y no, volvió de una manera tan sorpresiva que ahora está en alerta por su culpa. No sabe como disimular delante de Olivia para que esta no se de cuenta pero no puede. Olivia decidió mantener la boca cerrada y espero a que estén en la casa.

Dos horas después, entraron a su hogar y ella se cruza de brazos mientras lo observa.

–¿Qué es lo que viste?

Su voz es seria y Guillermo suspira mientras la atrae hacia su cuerpo.

–Vi a Natalia en la exposición, justo cuando hablabas en el escenario. –Nervioso. –No quería que te preocuparas y decidí ocultártelo.

–No te salió muy bien que digamos, se te nota mucho en la cara. –Calmada.

–Es que estoy aterrado de que pueda hacerte algo, esa mujer está loca y entre en pánico. –La abraza con suavidad.

–No la vi para nada.

–Es que cambio de apariencia. –Suspira. –Ahora es castaña y usa anteojos. Lo hizo para despistar a la policía.

Olivia no escucho lo ultimo que dijo porque su cabeza rebobina muchos acontecimientos atrás, la noche en la que la llevo a ese hermoso restaurante y vio a esa mujer. Sus ojos azules miran con intriga a su marido y decide hablar.

–¿Tiene rulos? ¿Pelo largo?

Su esposo asiente enseguida y ella arquea una ceja.

–La vi cuando me llevaste a ese restaurante muy lindo en la provincia. Estaba en el baño y me parecio verla pero no le di importancia. –Sonríe y lo mira tranquila. –Ya estoy cansada de esa mujer, hace esas apariciones para asustarnos y ya no le tengo miedo. –Acaricia su cabello mientras su marido la mira sorprendido. –Habla mucho pero no hace nada, solamente aparece para que estés muerto de miedo. –Besa sus labios y sus manos van recorriendo su fuerte cuerpo.

El fuego de Olivia volvió aparecer y está empezando a excitar a Guillermo con su toque, quiere frenarla porque están hablando algo serio.

–Amor... esto es serio. –Su voz suelta un jadeo cuando ella aprieta su bulto hinchado. –Por favor amor, estoy preocupado por tu seguridad. –Intenta pensar con la cabeza fría pero sus intentos están fracasando gracias a ella.

–Que se vaya a la mierda esa mujer. –Sonríe mientras disfruta de lo excitado que está. –Además se te ve con ganas de más, ¿o quieres que pare?

Niega enseguida y la besa con locura, levantándola rápidamente y ella envuelve la cintura de Guillermo con sus piernas. Olivia sabe muy bien que su marido no puede resistirse a ella por mucho tiempo. Le da una sonrisa provocativa después de su triunfo y sus labios rozan con los de su marido, besándolo lentamente, usando su lengua para explorar la boca de Guillermo y el por dentro es una llama viva de lo excitado que está. Se la lleva rápidamente a la habitación y se entregan apasionadamente.