SEGURA

377 30 7
                                    

Mateo se arreglo para salir, se quedo a dormir en la casa de su tía pero no recuerda porque lo hizo. Baja las escaleras y se encuentra a su tía desayunando en el jardín.

–Buenos días tía.

–Buen día. –Lo mira atentamente. –¿Cómo estás?

–Bien, me arregle para ir al hospital.

Ella lo miro sorprendida cuando lo escucho diciendo eso.

–Pero Mateo. –Lo mira sin entender. –¿Por qué vas?

–Porque me preocupa, ¿Por qué va a ser? También es tu amiga, ¿o no?

Ella se queda en silencio, procesando en como su sobrino está manejando el asunto.

–¿No recuerdas nada de lo que paso ayer?

–¿De que hablas? –Confundido. 

–Ayer saliste del hospital llorando y me preocupe tanto por vos. No se que es lo que te pasa pero quiero saberlo.

–Ayer no llore. –Niega. –No recuerdo haberlo hecho. 

El joven lo ultimo que recuerda es en el momento que cuido a Olivia mientras ella estaba inconsciente.

–Además, ¿Por qué tendría que llorar? Ella está fuera de peligro. 

Isabel está preocupada y tiene miedo por su sobrino. Al verlo de esa manera no quiere que vaya al hospital, lo mejor será alejarlo de Olivia para que las cosas no empeoren.

–No puedes ir al hospital Mateo, mejor quédate en casa. Ella tiene a su marido que la está cuidando.

El se rie suavemente y niega con la cabeza.

–Solo quiero saber si se despertó. Regresare enseguida. –Sonríe. –¿Dónde está mi coche? No lo he visto.

–En el hospital. ¿De verdad que no te acuerdas de nada? Te traje con el mío, estabas muy mal Mateo, me preocupaste demasiado.

–No. –Tranquilo. –No recuerdo nada de lo que me estás contando. Bueno no te preocupes, tomare un taxi.

Mateo pensó en que su tía está exagerando las cosas, se encuentra perfectamente bien y solamente quiere ver a Olivia para asegurarse de que está bien, sabiendo que con su marido no se siente protegida. 

–Solo no quiero que te pongas nervioso, ya te enteraras por los medios sobre la salud de Olivia. No es necesario que vayas. –Desesperada.

–Volveré pronto. –Besa su mejilla. –Te quiero tía.

Se levanta del sillón e Isabel no puede contener las lágrimas, sintiendo un profundo terror por su sobrino.

–¿Qué hare con el ahora? –Desesperada.

Mateo sale de la casa y camina hacia la calle principal para poder para un taxi, al poder detener uno, le indica la dirección y el conductor acelera.

La enfermera entro a la habitación para dejarle la bandeja de desayuno a Olivia y sale de allí en silencio. Ella come un poco ya que no se siente con demasiado apetito, solo toma un té con unas galletitas.

–¿No quieres que te compre algo de afuera? No estas comiendo nada.

–No tengo hambre. Tengo el estomago revuelto.

Sonrie con suavidad y empieza a besar su rostro.

–Pobrecita mi amor.

Besa sus labios suavemente y los dos sonríen, ignorando completamente a Mateo quien tiene un ramo de flores en su mano. El joven no puede entender como ella lo besa después de todo el daño que le hizo. Golpeo suavemente la puerta y el matrimonio se separa, ella lo mira llena de sorpresa y Guillermo lo mira como si tuviera ganas de matarlo.

–Buenos días Olivia. –Sonríe. –Te traje unas flores.

Olivia observa a su esposo y respiro hondo para mostrarse tranquila.

–Buen día Mateo, no te hubieras molestado. –Sonríe con falsedad. –Pero gracias. –Traga saliva.

Guillermo se mantuvo callado pero se quedo allí, antes muerto que dejarlo a solas con Olivia, hay algo en el que no le gusta para nada.

–¿Cómo te sientes?

–Me duele un poco el cuerpo pero estoy mejor.

Ella se siente nerviosa, puede ver que Guillermo está furioso y toma suavemente su mano para calmarlo. Su marido voltea la cabeza para mirarla y sonríe suavemente antes de apoyar la frente con la de su esposa. Mateo se quedo helado por como la pareja está unida

AdulterioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora