Adulterio

CENA

Guillermo invito a su esposa a cenar y se vistieron de manera elegante para ir a un restaurante fino. Olivia se vistió con un vestido de encaje color azul, Guillermo la observo mientras se viste y la abraza con suavidad.

–Eres tan hermosa. –Habla mientras besa su cuello con suavidad y ella sonríe.

–Mejor hay que apurarnos porque tengo la sensación de que si nos quedamos aquí un poco más y no nos vamos más.

Su marido se rie y palmea suavemente su trasero mientras ella agarra el cepillo para peinar su cabello. Decide recogerse la mitad del cabello, dejando un poco de cabello en sus hombros. Se separa unos mechones de la parte de la frente y Guillermo la admira.

Ella termina de arreglarse después de ponerse un poco de perfume y su esposo agarra su mano con cuidado, ellos sonríen y se besan antes de salir de la habitación.

Olivia está deseosa de saber a que restaurante irán y casi se desmaya al ver el lugar con una hermosa vista al rio y la ciudad. Guillermo apoya la mano en la curva de su cintura y sonríe mientras besa la punta de su nariz.

–Espero que el lugar y la comida te guste. –Dice mientras está embobado por su rostro.

–Con el lugar te ganaste un punto. –Bromea.

Su marido larga una risa y la abraza.

–Entonces me portare bien si es por puntos.

Se inclina para besar sus labios y ella cierra los ojos mientras se deja llevar.

Cuando son llevamos por un mozo hacia su mesa, hay unas velas encendidas en medio de la mesa y ella no puede evitar sentirse tan feliz. Guillermo corre la silla para que se siente y la acerca a la mesa. Luego se sienta el y lo único que pide es vino. Ella lo observa con sorpresa.

–¿No vamos a pedir nada?

–Ya lo hice apenas reservé la mesa. –Sonrie. –Los tallarines te van a encantar, amor.

Ella arquea una ceja mientras sonríe.

–Si tu lo dices.

Agarra sus manos y las acaricia suavemente.

–Quiero que está noche sea perfecta para ti.

–Con este día que pase, creo que fue perfecto.

–Entonces tiene que terminar de la mejor manera.

Ellos sonríen y separan sus manos cuando el mozo vuelve con la botella de vino, les sirve a cada uno, el mozo se retira mientras esperan la cena.

–Brindo por nosotros y por nuestro futuro. –Dice Guillermo antes de chocar las copas.

Beben la copa de vino y se quedan conversando antes de la cena. Están tan concentrados en admirarse que no se dieron cuenta de la atenta mirada de los paparazzi, sacando fotos de la velada romántica.

Cenaron mientras no dejaron de hablar y disfrutaron del tiempo que paso volando. Los dos quedaron llenos por la comida y Guillermo la envuelve con su brazo derecho mientras salen del restaurante.

La cena fue tan perfecta para el matrimonio que no dejaron de sonreír, Guillermo conduce hacia la casa y apenas entran a la casa, va tras su esposa y la abraza con fuerza. La observa con atención mientras captura cada centímetro de su belleza, apoya la frente con la de ella y acaricia su mejilla, sintiendo su piel sedosa.

–Para que nuestro día termine de una manera perfecta, tenemos que hacer el amor. –Dice mientras baja su cremallera.

Ella tiembla mientras es acariciada por su marida y echa la cabeza hacia atrás cuando Guillermo besa su cuello. Su esposo la toma en brazos y la lleva rápidamente a la habitación. Los dos sienten una necesidad animal por transmitir su amor en la cama. Guillermo la deposita en la cama antes de besar sus labios mientras despeina su cabello.