RECONCILIACIÓN

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La sostiene con sus brazos fuertes y se pone de pie, cargándola con seguridad. Los dos se miran con amor y Guillermo no tuvo que pedir permiso porque los dos se están volviendo locos por entregarse mutuamente. La lleva hacia la habitación y la deja con cuidado en la cama, acostándose encima de su mujer. Sus labios se inclinan hacia su cuello, chupando su piel y ella ronronea, cerrando los ojos y dejandose llevar por las caricias de su esposo. La acaricia en todo el cuerpo mientras le va sacando la ropa mientras admira la belleza de su esposa, belleza que nunca deja de mirar y sonríe cuando solamente la tiene en bragas. Ella lo necesita tan mal y quiere desnudarlo, lo hace en cuestion de minutos y observa el pene erecto de su marido. Los dos están completamente excitados y se pone en medio de sus piernas para introducirse dentro.

Los dos gimieron al estar unidos, la abraza con fuerza mientras disfruta de la hermosa sensación y empieza a moverse con fuerza, provocando jadeos de su mujer y encuentra rápidamente el compas de su bombeo. Los dos se entregan completamente y se mueven al mismo tiempo, Guillermo gruñe mientras mordisquea sus pezones y ella empieza a gritar, sintiéndose en el cielo por el placer que está sintiendo. Su esposo la está llevando a la locura mientras se mueve con fuerza y llega al orgasmo, su cuerpo no deja de temblar y Guillermo la besa con fuerza. Se mueven para que ella quede arriba y se sientan, ella marca el ritmo y su esposo apoya la cara en sus senos, chupando y mordisqueando suavemente, haciendo que ella llegue a otro orgasmo rápidamente.

–Oh Olivia, no pares. –Dice entre jadeos. –No pares, amor.

La abraza con fuerza mientras ella no para de moverse y los dos gritan al unisono cuando sienten que los dos están por llegar, su deseo es animal y ella se mueve con fuerza. Gritan sus nombres cuando llegan al orgasmo y se quedan en la misma posición mientras recuperan el aliento. Guillermo besa suavemente su piel y levanta la cabeza para mirarla.

–Te amo tanto, cariño. –Respirando con dificultad.

Ella sonríe suavemente y apoya la cabeza en su hombro, relajándose entre sus brazos.

A la mañana siguiente, Olivia abre los ojos y se encuentra abrazada con fuerza por su marido. El todavía está durmiendo y ella se mueve un poco para no estar tan incomoda. Levanta la cabeza para mirarlo y observa como duerme tranquilamente. Es la segunda vez que tienen relaciones sexuales después de la separación, la vez anterior al día siguiente escapo de el y ahora están reconciliados, al menos ella pondrá todo el esfuerzo para confiar en el. Acaricia suavemente su barbilla, sintiendo como sus pelos pinchan suavemente su piel. No se había afeitado hace días y se dio cuenta que le queda fantástico.

Apoya la cabeza en el pecho de su esposo y siente como las manos de el acarician suavemente su espalda.

–No estoy dormido. –Sonrie suavemente con los ojos cerrados.

Ella levanta la cabeza y Guillermo abre los ojos, su sonrisa es muchísimo más amplia y Olivia sintió que se iba a desmayar en cualquier momento por lo guapo que lo encuentra.

–¿Cómo dormiste, mi amor?

–Muy bien. –Acaricia su pecho. –¿Vos?

–Creo que nunca en mi vida había dormido tan bien como ahora.

Ella sonríe al escucharlo decir eso y Guillermo besa sus labios antes de mirarla. Se sintió tan feliz, lleno de felicidad ahora que los dos por fin están juntos. La necesito tanto en este tiempo que ahora no la va a dejar ir nunca más. Apoya la frente con la de ella y respira tranquilo.

–Podemos desayunar acá, ¿no te gustaría? Podria hacerte el desayuno.

Olivia se rie y lo empuja suavemente.

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