INFARTO

307 27 5
                                    

Olivia vuelve a la casa y camina lentamente hasta la cocina, donde encuentra a Guillermo y quiere cambiar su estado de animo para que no se alarme. Su marido la observa con una sonrisa y la abraza suavemente.

–Estoy por preparar la merienda. Termine temprano mi trabajo y tenemos más tiempo libre. –Besa sus labios.

Ella observa sus ojos oscuros llenos de amor y sonríe, se dan otro beso y su marido acaricia su espalda.

–¿Cómo te fue?

–Bien...–Abre la heladera para sacar una jarra con agua. –Ordene un par de cosas para empezar dentro de unos días. 

Guillermo se dio cuenta que mientras habla, su rostro está serio y toma suavemente su mano para mirarla de frente.

–¿Te pasa algo, amor?

Suspira suavemente y se sienta en la silla, lo mira seriamente.

–No paso nada, solamente que cuando entre al taller, Mateo estaba adentro. Ese chico está muy raro y le dije que no podremos vernos nunca más. –Baja la cabeza. –Dijo tantas cosas que me dieron tanta vergüenza de mi misma. 

Guillermo se arrodillo y la tomo de los hombros.

–¿Te falto el respeto? –Sintio ganas de matarlo.

–El no es responsable de sus actos Guillermo. Está enfermo... me pude dar cuenta que está mal. –Traga saliva y su labio tiembla. –Me siento tan culpable del daño que le hice. A vos también te hice daño... ¿Cómo me puedes amar?

Su marido la abraza con fuerza y levanta su cabeza para que ella lo mire. 

–Escuchame muy bien. –Toma el rostro de su esposa con sus manos. –No tienes la culpa de nada, cariño y quiero que tengas bien en claro que te amare siempre pase lo que pase. Eres mi ángel.

Tuvo que hablar con dureza para que ella reaccione y Olivia apoyo la cabeza en su hombro.

–El único que tiene la culpa de todo lo que paso soy yo. Y estaré toda la vida recompensándote por todo el daño que te hice. –Acaricia su cabello. –Tengo tanta suerte de tener al amor de mi vida conmigo.

Los dos sonríen y ella respira hondo mientras admira sus ojos oscuros. Pasa la mano por la barbilla de su esposo y besa con delicadeza sus labios.

Mateo tomo la decisión de armar su bolso, no puede estar cerca de su tía después de la traición que cometió. Todavía su corazón le duele horriblemente después de que ella fuera la responsable de alejarlo de Olivia. Termino de guardar su ropa y agarro las llaves de su casa.

Agarro todas sus pertenencias y baja las escaleras.

Isabel está caminando de un lado al otro sin saber como hacer para que su sobrino reaccione. Ahora el la aborrece y eso la tiene desesperada. Escucha el ruido de las escaleras de madera, da media vuelta y ve a Mateo bajando con su bolso.

–¿Qué vas a hacer? –Su tono de voz es bajo.

–Me voy. 

–Mateo... se que estás dolido pero...

–No solo eso Isabel, me traicionaste y eso no puedo perdonarte. 

Que la llame por su nombre le destrozo el corazón y cierra los ojos para resistir a los golpes de su sobrino.

–No quiero que te vayas Mateo, podemos hablarlo.

–Ya hablamos todo y no quiero escucharte más. Es más, ni quiero verte. No quiero verte nunca más Isabel, nunca te voy a perdonar por esto.

Isabel empezó a sentirse mal después de escuchar sus palabras y se tomó el hombro, el dolor la paralizo por completo y quiso gritar cuando su sobrino empezó a alejarse. Mateo se va de la casa dejando a su tía con un dolor terrible en el pecho y se desvanece.

AdulterioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora