NACER

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Cuando llego la ambulancia, se encontraron con la imagen de Mateo muerto en el asfalto mientras que Olivia necesita atención debido a su embarazo. Cubrieron el cuerpo del joven y ella traga saliva, sintiendo un sentimiento bastante extraño porque sabe muy bien que termino la pesadilla pero que ella misma lo provoco. La subieron a la ambulancia cuando la policía llego y un oficial bajo del auto para escuchar la declaración de Olivia pero el enfermero le pidió que no lo haga, al menos hasta que ella estuviera tranquila. La artista está callada, ansiosa por llegar al hospital y ver como está su marido pero nadie le dice nada sobre el en el camino, ocultándole la información de que Guillermo escapo.

Ella está acostada en la camilla cuando la bajan con cuidado antes de entrar al hospital y la llevan a una habitación privada debido a los medios que no dejan de preguntar por el estado de salud de la artista. Una vez que Olivia está en el cuarto, detuvo a la enfermera que la ayudo a acomodarse en la cama y la mira con ilusión.

–¿Y mi marido?

La enfermera apoya una mano en su hombro y sonríe un poco.

–Tiene que descansar señora, es muy tarde. Ya tendrá tiempo a la mañana.

–¿Pero el está bien?

Vuelve a insistir, no iba a dormir hasta saber donde está Guillermo y que no le respondieran hizo pensar lo peor.

–Lo importante es su salud.

–Es mi marido. Su salud también es importante.

Empezó a alterarse y la enfermera no tuvo otra salida que decirle la verdad.

–No se en que momento pero está noche su marido se escapó del hospital.

Los ojos de la mujer se abren aún más y quiso salir de la cama cuando la enfermera la atrapo.

–Nada de eso, señora Castro. A su esposo lo vamos a encontrar, todavía está convaleciente, no se preocupe y trate de descansar un poco, por favor. –Ruega.

En vez de calmarla, la puso peor y el poco sueño que tuvo desapareció por completo. La enfermera se retiro para dejarla descansar pero Olivia no cerro los ojos hasta al menos las seis de la mañana, cuando el cansancio de su cuerpo la tomo por sorpresa.

Son las diez de la mañana y Guillermo abre los ojos, disgustándose debido a que volvió al hospital de nuevo, cierra los ojos mientras suspira hondo y se siente decepcionado al darse cuenta de que no puede hacer nada por Olivia. Mueve la cabeza al costado y cuando abre los ojos tuvo que pellizcarse varias veces debido a que encontró a Olivia durmiendo en otra cama.

Se dio cuenta de que no está soñando y se volvió loco, al fin están juntos después del infierno que vivieron y las lagrimas de felicidad salen de la superficie. No le importo las pocas fuerzas que tiene y se levanta de la cama, su sonrisa se hace aún más grande cuando al fin la tiene cerca, sintió que volvió a nacer y se acuesta en el lugar libre que hay en la cama de Olivia y la abraza con fuerza, acariciando su vientre con cuidado.

La gente que le hizo la vida imposible ya no puede molestar más y puede ser feliz con su familia. Olivia abre los ojos y ve a Guillermo protegiéndola entre sus brazos, los dos se sonríen y solamente hablan con la mirada. Los dos se sienten aliviados y felices, comparten un beso apasionado y su mujer lo abraza con cuidado.

Guillermo apoya su frente con la de ella después del beso y suspira de alivio mientras la mira.

–Senti que me estaba muriendo sin vos. No podría soportar que nos separen así de nuevo pero ya todo termino. –Sonríe. –Nadie nos va a separar.

–¿Y Natalia? –Pregunta preocupada mientras se aleja un poco.

–Está detenida. –Tranquilo. –Aunque supe que Sebastián desapareció, no se si ella tiene algo que ver con eso pero ya no quiero pensar más en eso. –Acaricia su cabello. –Podemos volver a empezar después de todo el infierno que vivimos por mi culpa.

Olivia acaricia su mejilla y besa rápidamente sus labios, le encanto lo que dijo su esposo.

–Volver a empezar. –Sonrie y apoya la cabeza en su pecho.

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