Adulterio

RECUPERACIÓN

–Puede ser, ya no importa si es verdad o mentira. –Se pone de pie. –Ya me voy Lili, después te aviso cualquier cosa que pase con Guillermo.

–Está bien, después hablamos.

Corta la llamada enseguida y agarra todo antes de salir de la casa. Cierra todo con llave y camina hacia el auto. Deja el bolso en el asiento trasero y cierra la puerta antes de abrir la del conductor. Entra con cuidado y se pone el cinturón de seguridad. Le toma pocos minutos para llegar al hospital, encontrándose con Sebastián en la habitación. Guillermo se sintió aliviado al verla más rápido de lo que pensó. Sonríe mientras la observa y Olivia apoya el bolso en la mesa.

–Bueno, ahora que estás aquí será mejor que me vaya. –Dijo Sebastián y besa la mejilla de Olivia antes de despedirse de su amigo.

Ella se sienta en la silla y suspira antes de hablar.

–Te traje un poco de ropa y el cargador de tu celular. –Lo mira. –Supongo que lo necesitaras por si te llaman del trabajo.

–Les avise que me tomare un tiempo de descanso.

Olivia arquea una ceja, solo se limita en asentir mientras Guillermo traga saliva.

–Mejor para ti. –Sonríe un poco. –Te hará bien tomarte unos días.

Lo que Guillermo no le dijo es que se tomo un mes de vacaciones, pero a pesar de eso, no se encerrara en el trabajo como antes.

–Se que antes no te pregunte, ¿Cómo te fue ayer?

–Fue un poco cansador, pero lo demás me fue muy bien. No se qué piensan los críticos porque no me fije todavía en las redes sociales, cuando tenga tiempo lo hare.

–Se que a ellos les encanto, estoy seguro.

¿Cómo podía estar tan seguro si nunca vio un cuadro? Fue lo primero que pensó Olivia, decidió ignorarlo, saca ropa interior y unos pijamas.

–¿Quieres que te ayude a caminar al baño?

Asiente en silencio, muerde su labio al saber que ella cambio de tema. Olivia lo ayudo a ponerse de pie y Guillermo se apoyo en ella. Logra ponerse de pie y gime de dolor, haciendo que ella se ponga alerta.

–¿Estas bien? –Preocupada.

–Si, sí. Solo me dio un tirón pero estoy bien.

Respira tranquila y asiente mientras lo lleva al baño. Lo ayuda a sacarse la bata de hospital mientras Guillermo la admira. Mirando su rostro al natural, nunca se detuvo a mirarla de esa manera y se dio cuenta que el tiempo no le había hecho daño. Seguía siendo más hermosa que el día en que se conocieron o el día que se casaron. Sentía que se derretía y no puede evitar sonreír.

–De verdad pienso lo que te dije amor, eres la mujer más talentosa que conocí.

Olivia no pudo hablar, no sabia bien que decir de la confesión de su esposo. Antes no tenían tiempo de poder hablar calmados y ahora escucho lo que tanto deseo hace tanto tiempo. ¿Fue el mismo efecto o ya no le interesa? Aun no tiene una respuesta.

–Gracias. –Después de un silencio se atrevió a hablar.

Guillermo se quedo en silencio mientras Olivia termina de ayudarlo a vestir y la abraza suavemente, haciendo que su esposa lo mire a los ojos. Pasa la mano en la mejilla de Olivia y observa sus hermosos ojos azules mientras acaricia su piel suave.

–Gracias amor. Aprecio tanto tu ayuda en este momento.

Su brazo libre la abraza y se inclina despacio, buscando besar sus labios. Olivia abre la boca mientras se aleja despacio, Guillermo la mira sintiéndose asustado.

–Soy tu esposa después de todo. –Toma su mano. –Tengo que estar a tu lado en las buenas y en las malas.

Su corazón se detuvo mientras la mira, Olivia no quiere sonar como si le estuviera reprochándole, pero no le quedaba muy bien mentir.

–Sera mejor que te acuestes, tienes que descansar. –Sonríe. –Supongo que quieres irte lo antes posible de este hospital.

–Si, por favor.

Aprieta la mano de su esposa y ella lo ayuda salir del baño.