PSIQUIATRA

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Para suerte de Isabel, pudo encontrar un turno para que Mateo hablara con el psiquiatra y eso la tuvo más tranquila. En los dos días que pasaron luego de ese ataque, lo estuvo mirando de cerca y no se separo de su lado. Todavía su sobrino se mantiene triste y varias veces casi lo tuvo que hacer comer debido a que Mateo no tuvo ganas de alimentarse. La señora se encuentra tan exhausta pero por su sobrino hará lo que sea y su salud no la detendrá hasta que el sea el joven vital y feliz que era antes.

Isabel lo lleva en auto al psiquiatra y un señor mayor sale de su oficina para llamar a Mateo, el se pone de pie y el hombre canoso lo mira calmado antes de hacerlo pasar. Isabel espero con ansiedad en la hora que duro la sesión y no pudo preguntarse es como está su sobrino ahora. Se siente tan preocupada por el que espera que después de la sesión quiera seguir con eso y así podrá estar más tranquila porque sabe que este profesional lo ayudara.

Más tarde, Mateo sale de la oficina y sus ojos están rojos, lo que hace que el corazón de Isabel se hundiera, se acerca lentamente y lo abraza suavemente.

–Si su sobrino quiere, podemos tener sesión los lunes a la misma hora. ¿Le parece?

El joven asiente sin mirarlo y se va lentamente mientras su tía se mantiene a su lado. Isabel se quedo con muchas dudas y prefirió hablar con el psiquiatra en otro momento, al menos donde no estuviera cerca Mateo.

Salen rápidamente de allí y el joven entra al auto en silencio, no dijo nada desde que salió de esa oficina y asi siguió hasta que la señora manejo hasta su casa. Su tía no le hizo ninguna pregunta de lo que se hablo, solamente estuvo con el y observo el rostro sin expresión del joven, suspira suavemente y toma su mano.

–¿No quieres dormir un rato? Te ayudara un poco.

Mateo la mira en ese momento y asiente lentamente, se pone de pie e Isabel se muerde el labio cuando este sale de la sala. Espero a que su sobrino subiera las escaleras y cuando escucho la puerta de la habitación cerrarse, agarra su celular y le manda un mensaje al psiquiatra. Está al tanto del secreto profesional pero quiere saber de un especialista de cuan complicado está Mateo.

Envia el mensaje y luego deja el celular sobre la mesa.

Más tarde, son casi las 9 de la noche, Olivia se sintió mejor y salió de la cama para darse una ducha. Anteriormente, estuvo hablando por teléfono con Liliana, en la conversación se pusieron de acuerdo para desayunar mañana y Guillermo sabe que eso es lo mejor que puede hacer para despejar su cabeza.

Sale del baño y Guillermo la cubre con una toalla, quiere darle todas las atenciones y hacerla sentir amada. La abraza con suavidad y besa su frente.

–¿Quieres que pida comida china? Podemos ver una película mientras cenamos.

Ella se siente en la cama, envuelta con una toalla y sonríe mientras lo mira. Guillermo besa sus labios y su marido acaricia su mejilla.

–Me encanta.

Vuelven a besarse y la viste, le encanto la manera de mirarla y ayudarla a vestirse, sentir su piel aterciopelada y disfruto del aroma de su piel. Luego de vestirla, la abraza y besa la curva de su cuello.

–Eres tan hermosa, mi amor. –Su sonrisa es más amplia.

Olivia disfruta de la sensación de sus besos y cierra los ojos, echando la cabeza hacia atrás. Se sintió tan bien de poder estar en sus brazos que siente como su alma volvió a su cuerpo.

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