Guillermo se encontró con trabajo inesperado cuando llego a su oficina, no sabía cuántas horas le llevaría para poder terminar con todo. Suspira sintiéndose completamente cansado, olvidándose del exterior. Se sentó y prendió la computadora para poder presentar los gráficos a su jefe.
Le llevo toda la tarde y la noche, cuando envió el archivo a su jefe por correo electrónico, apago la computadora y se estiro, miro la hora que es y su rostro se tensó por completo.
–La puta madre que los pario.
Agarra el saco que está colgado en el perchero y salió rápidamente de su oficina, ni siquiera saludo a los que quedaron en el edificio por lo apurado que está por salir de allí. Se olvido por completo de la exposición de su esposa, no dejo de culparse mientras manejo en su auto y suspiro furioso.
Los últimos meses del matrimonio, Guillermo se sintió cansado de la rutina que arrastraba sobre su espalda, el trabajo, el matrimonio. Tener lo mismo todos los días, lo asfixiaba por completo. Cuando conoció a Natalia le hizo dar cuenta que necesitaba un cambio de aire, le daba la adrenalina que buscaba. ¿Todavía amaba a Olivia? No lo sabia pero la monotonía lo volvía loco.
Conoció a su amante por medio de su amigo Sebastián, habían bebido mucho y se encontró en la cama con ella y desde ahí el placer sexual lo arrastro a serle infiel en varias ocasiones a su esposa. Se sentía horrible por Olivia, pero ¿Qué mas podía hacer? Ella tenia todo, económicamente es muchísimo más capaz que el y eso lo llevo por querer ganar más en el trabajo que casi se olvido de ella por completo. Solamente se acercaba a su esposa para tener relaciones y nada más, ni se fijaba en todas las obras que pintaba, no la acompañaba para darle animo, se comporto todo ese tiempo como si fuera un desconocido.
Solo deseo poder llegar a la exposición y acompañarla, aunque el trafico no lo ayudo para nada, solo lo hizo más difícil.
–Que mala suerte tengo. –Rezonga.
Se atrevió a cruzar en rojo y sintió que dio un latigazo cuando un auto impacto el suyo en cuestión de segundos.
La exposición de Olivia está siendo un éxito pero ella se siente muy mal al ver que su esposo no la está acompañando, ¿Qué le paso? ¿otra vez el trabajo? Respira hondo mientras toma un poco de champagne. No tiene ganas de hablar con nadie pero debió ser gentil con los invitados. Una de las mujeres de la alta sociedad, Isabel Fortunato se acerca con un joven, la saludaron con amabilidad y Olivia solo limito a sonreir en ese momento.
–Tus pinturas son maravillosas, aunque mi acompañante está más que fascinado con ellas.
–Muchas gracias. –Sonríe. –¿Es su hijo? –La artista pregunta mientras observa al moreno.
–Es mi sobrino. Se llama Mateo y fervientemente admirador tuyo, está estudiando arte.
–Isabel por favor. –Interrumpe el joven y sus mejillas están coloradas, lo que hace reír a Olivia.
–Lo siento, mi sobrino no quería que supieras eso, piensa que lo estoy ofreciendo.
–No pensé en eso. –Dice tranquila.
Los ojos marrones del joven la miraron con tranquilidad cuando escucho eso.
–Mucho gusto Mateo y espero que tengas éxito con tu carrera.
El joven asintió mirándola con una sonrisa.
–Muchas gracias señora Castro.
La platica con los dos hizo que se olvidara un poco de la decepción de Guillermo. Su amiga llego para saludarla unos minutos después y la abrazo con fuerza.
–Felicitaciones. –Dice animada. –Es tan maravilloso todo lo que hiciste, debes sentirte muy feliz.
–No tanto. –Termina de beber su copa y su amiga suspira.
–¿No vino?
–Ni me mando un mensaje para ofrecerme una disculpa y una tonta excusa. –Su voz sonó dolida.
Y se sintió dolida, ¿Cómo no estarlo? Cada vez más se decepcionaba de su marido.
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Adulterio
RomanceLa artista Olivia Castro tiene que hacer frente a una crisis matrimonial junto a su esposo Guillermo, quien tiene un amante y este piensa que la ama. Pero está completamente equivocado, después de un accidente, Guillermo se da cuenta que ama a su es...