Al otro día, Mateo conduce hacia la casa de su tía para pasar el día con ella. Isabel es el único familiar que le queda y es un apoyo incondicional cuando necesita un animo cuando piensa que en su vida no anda nada bien.
Apenas tiene 22 años y tiene un buen talento, más del que admite. Es un perfil bastante bajo, trata de no aparecer delante de los medios por la imagen publica de su tía. Su tía era política, de buen carácter y difícil de doblegar a pesar de que, en ese entonces, no se veían a las mujeres en ese espacio y menos con tanto poder político como Isabel.
Llega a la entrada de un barrio privado y espera a la orden de los hombres de seguridad para poder entrar. Lo dejan ingresar y maneja unos cuantos kilómetros hasta que llega.
La casa de Isabel tiene unas cuantas hectáreas, con parque delantero y trasero, la casa es bastante grande con aspecto antiguo, decorado por las hermosas plantas que ella misma manda a plantar. Mateo abre el portón e Isabel está leyendo una cuando se da cuenta que la camioneta de su sobrino se estaciona. Ella se pone de pie y sonríe de alegría cuando su sobrino baja del auto, los dos se acercan y se dan un abrazo.
–No me dijiste que vendrías. –Ella palmea su espalda.
–Quería darte una sorpresa, mañana no tengo clases y quiero pasar estos dos días con vos.
–Puedes pasar todo el día en la ciudad y lo pasas con la vieja de tu tía.
Se ríe y niega moviendo la cabeza.
–Nada de eso, me encanta pasar el día con mi tía.
Ella besa la mejilla de su sobrino y lo lleva hacia los sillones del jardín. Mateo observa la revista que Isabel está leyendo.
–Antes de que viniera estabas entretenida.
Se sientan y ella agarra la revista.
–Un chico me la trajo hace poco. –Cierra la revista y muestra la tapa. –Tu artista está en primera plana.
Mateo observa la revista mientras la agarro, la foto de Olivia era la que está besándose con su marido en medio de la velada romántica.
Los vio felices en esa foto y suspira con suavidad.
–Ayer la vi. –Sonríe un poco. –Le dije que compre uno de sus cuadros.
–¿Lo hiciste?
Asiente calmado y mira a su tía.
–También le dije que me gustaría que ella diera clases y enseñe su talento, pero me dijo que no sería una buena profesora. Espero que lo reconsidere. Porque tiene tanto talento que demostrar todavía.
–Te haría muy bien. –Acaricia su mejilla y sonríe.
Lo abraza con suavidad y Mateo queda pensativo.
Natalia salió de la cafetería con su desayuno, lo tomaría tranquila en su casa mientras mira la televisión. Camino hacia la calle principal para tomar un taxi y cuando llego al puesto de diarios, una revista le llamo la atención. Su cara casi se cae al ver la tapa de la revista que le llamo la atención. Su rostro se lleno de colera y cierra los ojos con fuerza.
–¿Necesita algo señorita? –Pregunta el diariero.
–Deme esa revista por favor.
El hombre aparta la revista de las otras y Natalia le da el dinero. Luego se aparta y no pudo evitar tapar el enfado que tiene por aquella foto. Sentía unos celos horribles al verlos besándose.
–Maldito hijo de puta. –Piensa.
No le responde los mensajes que le manda, ni siquiera la llama y ¿ahora esto? Fue la gota que rebasó el vaso y ahora la iba a escuchar. No dejaría que la deje a un lado como lo está haciendo últimamente.
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Adulterio
RomanceLa artista Olivia Castro tiene que hacer frente a una crisis matrimonial junto a su esposo Guillermo, quien tiene un amante y este piensa que la ama. Pero está completamente equivocado, después de un accidente, Guillermo se da cuenta que ama a su es...