Las enfermeras trataron de hacer comer a Mateo pero todos los intentos fracasaron. Las trató como si no fueran nada, las ignoro y fue al jardín extenso de la estancia con los otros pacientes. Está alejado de todos ellos y se sentó en uno de los bancos libres.
Ya está transitando la segunda semana que está internado en ese lugar y se siente demasiado solo, agacha la cabeza y suspira lleno de tristeza.
Bajo unos cuantos kilos, viéndose más delgado y su rostro empezaron a formarse ojeras y su aspecto es demacrado. Su imagen es demasiado espeluznante, ya no tiene la imagen de joven atractivo lleno de luz y energía. Ahora es un Mateo lleno de odio y resentimiento.
No sabe cuanto tiempo va a estar encerrado, antes su psiquiatra le había dicho que estaría un mes pero esas promesas se las está llevando el viento.
Si el psiquiatra no cumple con su promesa, tendrá que actuar de inmediato o su vida de ahora en adelante será estar en ese infierno donde lo encerró ese maldito de Guillermo.
Olivia se siente muchísimo mejor de salud y no se siente tan cansada, lo que alivio a su esposo. Ahora está trabajando en su nueva exposición que se hará dentro de unos días y está demasiado ansiosa, apostando toda su energía en ello y Guillermo le da su opinión.
–Sabes que me encanta todo lo que haces. –La abraza con suavidad y besa su nuca.
Ella se ríe y se mueve para mirarlo.
–Estás siendo bastante imparcial. –Animada.
Guillermo se rie con ella y Olivia va guardando el cuadro en el cuarto donde trabaja. Su esposo va a la cocina para servirse un poco de agua y ella sale del cuarto, apoya una mano en su vientre cuando siente como se revuelve su estomago y su rostro se pone blanco.
Siente tanto asco que lo primero que hace es ir al baño cuando siente que está por expulsar todo y así lo hizo, se inclina hacia el inodoro y vomita rápidamente.
Tose con fuerza y Guillermo pareció escuchar algo, a lo que camina para poder encontrar el ruido y entra al baño con rapidez, encontrando a su esposa pegada al inodoro y se desespera en ayudarla. Le palmea suavemente su espalda y Olivia se sienta en el piso helado, suspira y en su frente hay pequeñas gotas de sudor. Guillermo se sienta con ella y apoya las manos en sus mejillas.
–¿Estás bien, amor?
Ella asiente lentamente mientras su rostro está pálido y su esposo está muy preocupado por su salud. Acaricia su suave cabello y la ayuda a levantarla.
El estómago de ella todavía sigue estando frágil y traga saliva mientras cierra los ojos por un momento.
–No te veo muy bien, mi amor.
Ella resopla y es llevada al comedor, donde Guillermo la sienta en el sillón y aparta los mechones de su rostro. Le sonríe un poco y Olivia apoya la cabeza en su hombro, sintiéndose cansada.
–Lo mejor será llevarte al hospital para que te vea un médico.
Olivia niega lentamente y lo abraza con suavidad.
–Eres cabeza dura eh.
–Al menos hasta que me sienta mejor.
Guillermo suspira y asiente tranquilo.
–Está bien pero te quedaras tranquila. Tu estomago está sensible.
Ella asiente despacio y Guillermo la ayuda a ponerse de pie para llevarla a la cama.
Su esposo está asustado por la salud de Olivia y quiere llevarla de inmediato a un doctor para asegurarse de que ella está fuera de peligro.
La deja sobre la cama y se sienta a su lado, acompañándola y observa como se queda dormida rápidamente. Besa suavemente su frente y se levanta para llamar a un médico de inmediato.
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Adulterio
RomanceLa artista Olivia Castro tiene que hacer frente a una crisis matrimonial junto a su esposo Guillermo, quien tiene un amante y este piensa que la ama. Pero está completamente equivocado, después de un accidente, Guillermo se da cuenta que ama a su es...