Adulterio

AYUDA

Les dejo la canción que elegi para Olivia y Mateo cuando estaba escribiendo la novela.

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Mateo salió del hospital mientras las lagrimas salen descontroladas, su mirada está perdida, ignorando a los periodistas que le preguntaron insistentemente por Olivia. Sus oídos están zumbando y fue caminando lentamente hacia su auto cuando Isabel estaciono el coche, se desespera al ver a su sobrino de esa manera, baja del auto y corre hacia Mateo. Ella lo mira preocupada mientras lo toma de los hombros. Le habla y no reacciona.

–Mateo por el amor de Dios, escúchame. –Habla más alto.

Su sobrino la mira al fin y ella suspira de alivio.

–¿Le paso algo a Olivia?

Niega lentamente, bajo su cabeza mientras las palabras no le salen.

–¿Entonces porque estás así? ¿Qué paso?

Mateo no respondió a la pregunta, se quedo callado e Isabel se preocupo cuando el joven vuelve a llorar. Lo abraza con fuerza y por primera vez empieza a sentir terror por su salud mental.

–Te llevo a casa, no te preocupes por tu auto.

–No quiero...–Susurra. –Quiero estar solo.

–No puedes estar solo en el estado en el que estás. Te llevo a mi casa y sin peros. –Habla de forma severa y lo lleva hacia su coche.

Mateo no dijo nada más, le hizo caso y ella le puso el cinturón de seguridad. El camino a casa fue silencioso e Isabel no dejo de pensar, su sobrino necesita ayuda mental con urgencia. En el último mes Mateo sufrió tantos cambios, ya no es el mismo que antes y sabe que tiene una especie de obsesión por Olivia.

No sabe muy bien como separarlo de ella porque cada vez que quiso intentarlo, Mateo siempre se enojo, metiendo de excusa que es su vida y no pasa absolutamente nada. Antes pudo disimularlo pero ahora no, está perdido en una laguna mental desde que salió de ese hospital y no sabe el porque.

Llegaron a la casa y ayudo a bajar del auto al joven, caminan hacia la casa y Mateo se sienta en el sofa. El joven se ve un poco mejor, ahora su mirada no está perdida pero si está triste.

–¿Me vas a contar que te paso?

–No paso nada tía, estoy bien. Solamente ire acostarme, fueron muchas emociones por hoy.

–Se que hoy te asustaste por ella pero tiene a su esposo, seguramente la cuidara y no tienes porque preocuparte.

Solamente la observo y tardo unos segundos en asentir, se levanta del sillón y camina yendo a la habitación de huéspedes.

Isabel respira hondo y trata de mantener la calma.

Sebastian se entero del accidente de Olivia saliendo del trabajo, condujo rápidamente hacia la casa de Natalia y cuando quiere entrar se da cuenta que no está. Agarra la llave que está debajo de la alfombra y abre la puerta, todo el piso está a oscuras y tiene una sensación bastante premonitoria. Espera a que ella llegue y tardo bastante. Natalia abre la puerta y tiene en su mano una bolsa con bastantes productos, en la bolsa hay una botella de vino y comida china. Llega a la cocina, se asusta al encender la luz y encontrarse a Sebastian.

–Me asustaste. –Suspira. –¿Qué haces acá?

–¿Asique estás de festejo?

La mujer sonríe tenebrosamente y Sebastian dio en el clavo, ella la había atropellado.

–Fuiste vos.

–Que adivina. –Se ríe. –¿Cómo te enteraste?

–Esta en todos los medios.

–Ay cierto que esa estúpida es famosa. –Divertida. –Hoy es un día de felicidad para mi y voy a festejar.

No pudo aguantar más y la agarra con fuerza, llegando a lastimarla.

–¿Por qué mierda hiciste eso?

–Me estás lastimando. –Se queja.

–¡HABLA!

–¿QUIERES SABER POR QUE? –Grita. –PORQUE QUISE SACARLA DE ENCIMA. –Sonrie. –Fue hermoso poder atropellarla y dejarla que se muera ahí en la calle.

–Pero no pudiste, ella está en el hospital y fuera de peligro. Esto no era el plan.