El hijo de la muerte (Nico di Angelo)

Capitulo 128: "Ellos lo sabrán"

- Daisy - me llama Nico desde su posición al lado de Reyna - Ya ha terminado, están muertos, detente.

Sus ojos negro me miran fijamente y yo soy capaz de ver la tristeza. No es una tristeza comparable con la de James, Reyna o la mía, pero aún así es tristeza. 

Asiento y los temblores se detienen, dejando el claro en un absoluto silencio excepción de los gemidos de Reyna.

Camino hasta James y le abrazo con fuerza mientras las lágrimas comienzan a caer por mis ojos. Escucho a James llorar también y le abrazo con más fuerza. Puede que yo le vaya ha echar de menos, o que le considerara alguien demasiado importante en mi vida, pero James... James se ha criado con él, le conoce desde que ambos eran unos crios. Nick era alguien imprescincible en su vida. Desde pequeños solo se habían tenido el uno al otro; su muerte es como si le arrancasen una parte vital a James.  No, mi sufrimiento jamás será comparable con el suyo.

Yo he perdido a un gran amigo, Reyna a un novio; pero James... Él ha perdido a la única persona con la que siempre ha podido contar, quien siempre ha estado a su lado.

Sus lagrimas me empapan el hombro de la camiseta, pero lo dejo pasar porque las mias estan haciendo lo mismo con la tela que recubre su pecho. Sus hombros se estremecen acompañados por unos débiles sollozos que James trata de reprimir,provocando que su cuerpo se convulsione de manera más evidente. Espero pacientemente, abrazada a su torso buscando consuelo en el calor que desprende su cuerpo hasta que James parece dejar de temblar. Me separo de él mirandole con una mirada de infinita ternura y ambos nos arrodillamos al lado de Nick. Las brillantes lágrimas caen por las mejillas de James, pero ahora él está en absoluto silencio.

La manera en que observa el cuerpo de su amigo, con una mezcla de furia y desesperación, provoca que un escalofrio me recorra el cuerpo y sienta como si sobrase. Este momento debería ser solo de ellos. Un momento a solas para despedirse, aunque el cuerpo de Nick ya fuera incapaz de reaccionar a cualquier clase de estíumulo. 

Esbozo una pequeña sonrisa con lagrimas en los ojos y me levanto para darle intimidad, pero James agarra con mucho cuidado mi muñeca y tira de mi hacia su duro cuerpo. Caigo al lado suyo en un movimiento nada elegante y apoyo la cabeza en su hombro mientras James estrecha mi mano entre las suyas. 

Así, con sus ojos verdes brillando por las lagrimas y un poco enrojecidos, con las mejillas humedas, sus labios fruncidos en una fina línea para no dejar escapar los sollozos, y la llamativa sangre de Nick manchando sus grandes manos; James es asombrosamente extraño. Él es la viva imagen de la desesperacióm, pero de una manera muy particular que hace que parezca incluso más atractivo. Es una posición tan tierna y dulce, y el hecho de que exprese sus sentimientos de manera tan clara es enternecedor. 

No. Da igual el aspecto que tiene James, lo guapo que pueda llegar a parecer o lo fuertes que parezcan sus musculos. Él no es hermoso por algo tan superficial como su aspecto. Es simplemente su forma de ser, la manera de expresar lo que siente, de como se deja llevar por las emociones. James es emocionalmente un crío, es tan tierno que no le importa que todos veamos lo que siente; aún si eso es de alguna manera vergonzoso.

- Chicos - Thalia se acerca a nosotros y nos mira con lástima. Sus ojos no están enrojecidos, ni sus hombros tiemblan a causa de los sollozos; pero su hermoso rostro está teñido por la tristeza. Sus ojos son de un color apagado y sus duras facciones están suavizadas - Sé que estais tristes y eso, pero tenemos que movernos; los demás monstruos no tardarán en llegar. Es peligroso quedarnos aquí.

La miro a los ojos y veo una determinación fiera que yo tanto admiro. Thalia representa con exactitud lo que se supone que es un hijo de los tres grandes: poderoso, decididio y fuerte. Los hijos de los tres grandes son líderes por naturaleza, al menos la gran mayoria. Ella es un ejemplo perfecto.