- ¿Padre? - jadea James rompiendo el silencio.
- Hola, hijo - dice con una sonrisa que deja ver una hilera de perfectos dientes blancos.
Oh, joder. Debería estar prohibido tener tanta belleza.
- P-padre - repite James aún confuso.
Thánatos le mira arqueando una ceja.
- ¿Alguno me puede decir que le ocurre? - nos mira a Nick y a mi.
- Nada - me enojo de hombros - La chica que le gustaba es lesbiana.
- ¿A eso lo llamas tú nada, Daisy Ricks? - pregunta con incredulidad - ¿Como reaccionarias tu si el chico que te gustara fuera gay?
Le miro con una sonrisa y una ceja enarcada y Thánatos ríe.
- Lo olvidaba - dice - Parecéis tan felices juntos que me cuesta imaginarme como era ese muchacho antes de conocerte.
- Creía que pasaba tiempo contigo cuando estaba en el Inframundo - digo - o eso había oído.
- Oh si - Thánatos asiente con una sonrisa - Un gran muchacho. Algo oscuro pero bueno, ¿que se podría esperar de alguien que ha tenido que pasar por lo que él?
- Es fuerte - susurro.
- Envidiablemente fuerte, Daisy Ricks, es asombroso.
Sus alas se agitan a su espalda y se extienden orgullosas. Son gigantescas y hermosas; de un brillante color negro.
- Señor - dice Nick - Nicole Farrell - así que ese es su apellido - es lesbiana, es por eso por lo que su hijo está así.
- Si - Thánatos asiente - la hija de Iris - nos mira - algo había oído.
- ¿La hija de Iris, mi Señor? - no recuerdo haber mencionado a ninguna hija de Iris.
- Nada, Daisy Ricks - dice con una sonrisa.
- Daisy - le digo - sólo Daisy.
Me mira con una sonrisa y me encojo, algo intimidada por el impresionante dios que ante mí se alza en toda su gran estatura. Sus brazos musculosos destilan fuerza y sus ojos sabios y antiguos sabiduría. Thánatos emite poder en cada movimiento. Gracilidad en cada paso que da, y elegancia con cada gesto que lleva a cabo. Sus alas, increíblemente hermosas, me intimidan. Pero sobre todo su mirada. Su mirada profunda parece ver en el fondo de mi alma, y eso es algo que yo no quiero. Solo yo debería tener la maldición de ver mi horrible y asqueroso pasado.
- Padre - le llama James recuperando su habitual fuerza - ¿Que haces aquí?
- Pues...
- No me has visitado en catorce años, ¿que te hace pensar que puedes venir aquí tranquilamente?
- En primer lugar: no te podía visitar porque no podía salir del Inframundo, pero llevo hablando con tu madre cada día desde que naciste. Cada día.
James le mira fijamente y soy capaz de ver como poco a poco se va desmoronando.
- Y en segundo lugar: ningún dios se pierde el decimoquinto cumpleaños de su hijo. En la Antigua Grecia ya serías todo un hombre.
James abre los ojos sorprendido y le mira alarmado. Le dirijo una mirada de reproche a Nick por no haberme avisado, pero éste está también sorprendido.
- No me acordaba... - susurra James.
Thánatos asiente.
- Me lo puedo imaginar.
James levanta la cabeza y mira a su padre.
- Sabes que voy a tardar en acostumbrarme a ti, ¿verdad? Llevo toda la vida viviendo sin un padre, y verte ahora aquí tranquilamente hablando conmigo, es... demasiado.
Thánatos asiente.
- Lo comprendo.
James respira hondo y le mira fijamente.
- ¿Te importa si..? - señala la puerta.
- Claro.
La gran figura de Thánatos desaparece por el umbral de la puerta. Cosa sorprendente dado el tamaño del dios.
- Voy a dar una vuelta con él ¿vale chicos?
Nosotros asentimos.
- Adelante, James - le digo - Ve y habla con él.
Mi amigo asiente y sale de la Casa Grande algo decaído.
- ¿Crees que estará bien? - le pregunto a Nick abrazándome los codos mientras veo como desaparece James por el bosque, precedido de su padre.
- Si - Nick suspira - Solo temo que le diga algo que no le guste y James reaccione mal. Él puede llegar a ser muy sensible en algunos asuntos.
- Lo sé - digo con simpleza.
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El hijo de la muerte (Nico di Angelo)
FanfictionUn chico perseguido y acosado por toda clase de monstruos y pesadillas sacadas de los mas horribles libros de terror. Una chica que vive en la ignorancia. Sus problemas son mas livianos, pero no del todo triviales. El destino ha decidido juntarles...