Capítulo 45: Visita

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*Daisy*

Salgo adormilada de la cabaña de Hades y me dirijo a la mía para cambiarme. En cuanto pongo un pie dentro de la cabaña Cerbero se abalanza sobre mí, ladrando animado.

- Eh pequeño - le digo sonriendo - tranquilo ya estoy aquí.

Me lame toda la cara y salta de mis brazos para dar vueltas como loco por toda la cabaña.

- Si, Cerbero - digo riendo - Ahora vamos.

Me meto al baño para cambiarme el pijama por una camiseta blanca de volantes y unos vaqueros cortos simples. Me cepillo el pelo hasta que queda liso y me lo hecho por encima del hombro. Salgo algo más despierta y agarro a Cerbero para pasearle por el bosque.

Entramos al bosque y Cerbero echa a correr con agilidad por entre los árboles. Le sigo rápidamente temerosa de perderlo. Paro cuando llegamos a la gran puerta metálica del bunquer 9 y veo a Cerbero con Leo. Me doblo sobre mi misma y respiro hondo apoyando las manos en mis rodillas.

- ¿Quien este pequeñin? - pregunta Leo acariciándole.

- Se llama Cerbero - Leo levanta la cabeza de golpe y me mira con los ojos como platos - no es el perro de tres cabezas de Hades que custodia el Inframundo - aclaro - es un perro del infierno normal y corriente.

- ¿Nico? - pregunta soltando una risita.

- Si - asiento poniendo los ojos en blanco con una sonrisa.

Cerbero ladra llamando la atención y Leo entra un segundo en el bunquer para salir con un gran trozo de carne que le lanza a Cerbero. Mi perro ladra contento y se lanza sobre la carne, que devora muy rápido.

- No hacia falta que te molestaras - le digo a Leo agradeciéndole.

- No ha sido nada - dice quitándole importancia con un gesto de la mano - estaba ahí porque mis hermanos usaron carne para intentar coger a Festo y ahora eso esta a rebosar de carne.

Cerbero alza la cabeza en cuanto escucha carne y se relame los labios.

- No enano - le digo cogiéndolo en brazos - para ti no hay más.

Cerbero suelta un quejido lastimero y baja las orejas intentando darme pena, cosa que no consigue.

- ¿Que haces? - le pregunto a Leo entrando al bunquer.

Todas las armas que normalmente están esparcidas de forma desordenada sobre la gran mesa metálica que se encuentra el centro de la enorme sala están colgadas en sus respectivos ganchos en una pared recubierta de malla metálica. Los planos están ordenados en distintos cajones de una gran mesa al final de la sala y las herramientas están colocadas en una gran estanteria que siempre estaba vacía.

- Estoy ordenando todo esto - dice.

- ¿Al fin te has dado cuenta de que estaba hecho un desastre? - pregunto con una sonrisa sujetando a Cerbero entre mis brazos con más fuerza cuando intenta bajar.

- No - sonríe - Nos lo ha pedido Quirón.

Asiento.

- Hoy todos estáis muy raros - le digo setandome en un taburete.

- ¿Todos?

- Si. Cuando me e despertado en la cabaña de Hades, Nico ya no estaba. Luego he ido a mi cabaña y ni rastro de Percy. He ido a la cabaña de Atenea y ni Annabeth ni él estaban por allí. Piper y Jason igual.

- Ya... bueno... - Leo parece momentáneamente incómodo - yo soy quien para decírtelo.

- ¿El que?

El hijo de la muerte (Nico di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora