*Nico*
- Bien - le digo a James - Esto va a ser desagradable. Hay que saltar aquí - le señalo el foso del tártaro - Estaremos mucho tiempo cayendo. En los libros antiguos decían que se tardaba 9 días; esperemos que no sea verdad.
Le veo tragar saliva y asiente con el miedo reflejado en sus ojos.
- Tranquilo, hijo de Thánatos - dice Alecto - Nosotras os protegeremos. Somos capaces de defenderos de cualquier monstruo.
James asiente aún no muy convencido y se adelanta hasta estar en el borde.
- Voy a saltar yo primero - le digo - a continuación tú y después bajais vosotras ¿entendido?
James asiente y las furias sonríen.
- ¿Como vamos a subir? - me pregunta James.
- Tenemos alas ¿sabes? - se queja una de las furias.
- Eso ya lo sé - replica irritado - ¿No habéis pensado en la posibilidad de que los monstruos nos sigan?
Miro a las furias y seguidamente a James.
- No - respondo.
James hace un sonido frustrado y me fulmina con la mirada.
«Ya te vale » replica mi subconsciente «Ni siquiera se te había pasado por la cabeza esa posibilidad. Deberías sacarte de la cabeza a Daisy; solo te desconcentra»
Ignoro a mi consciencia y miro a James.
Se escucha a lo lejos un sonido ahogado y yo pongo los ojos en blanco.
- Bianca - digo exasperado - ¿Que haces aquí?
Mi hermana se acerca avergonzada y junta sus manos detrás de su espalda.
- Venía a despedirme de ti - me dice - Padre me ha dicho que es probable que no vuelvas.
- Si bueno, padre y su gran optimismo - digo.
- Nico - me regaña - Tómatelo enserio. No me gustaría verte en los Campos Elíseos tan pronto.
- ¿En serio crees que acabaré en los Campos Elíseos? - le pregunto con una sonrisa.
- Dios Nico - Blanca se pone la mano en la frente y sacude la cabeza - Realmente espero que salgas vivo.
- Oh hermanita - la digo - No os podréis deshacer de mi tan fácilmente.
- Idiota - dice y me abraza.
- Un idiota al que quieres - la digo riendo.
- Un idiota al que adoro - me dice abrazándome más fuerte.
Me separo de ella y la doy un beso en la frente. Bianca se separa de mi y mira por encima de mi hombro en dirección a James, quien la observa con curiosidad.
Las mejillas de mi amigo enrojecen cuando se da cuenta de Bianca le ha pillado mirándola.
- Hola - dice ella con una sonrisa dulce.
- H-hola - responde el nervioso.
- Yo soy Bianca di Angelo - le dice.
- ¿La hermana de Nico? - jadea él.
- ¿Les has hablado de mi? - me pregunta a mi.
- Yo... Pues... emmm... - me rasco la parte trasera de la cabeza - ¿Si?
- ¡¿Porque?! - chilla con voz aguda.
- ¡No se! - grito - ¡Además no fui solo yo! ¡Estaban Percy, Annabeth y Thalia!
Bianca entrecierra los ojos y se dirige a James.
- Si, soy Bianca di Angelo - le dice - Hermana de Nico. Hija de Maria di Angelo y Hades. Me hice cazadora de Artemisa a los 12 años y luego morí en una misión para rescatarla. Llevo viviendo en los Campos Elíseos cuatro años, y de vez en cuando me paso por el palacio de mi padre. Es una de las ventajas de ser hija del dios de los muertos.
James la mira fijamente y lentamente esboza una sonrisa.
- Me dijeron que arriesgaste tu vida para salvar a tus amigos - la dice, a lo que Bianca asiente, cauta - Ojala yo fuera tan valiente.
Mi hermana se ruboriza visiblemente y baja la cabeza, tímida.
- No fue para tanto - murmura.
James se ríe y la mira fijamente con una sonrisa.
- A mi me parece que si lo fue - la dice - No todo el mundo es capaz de hacer eso.
Bianca sonríe como una tonta y le mira con una sonrisa.
- Bueno - dice - yo ya me voy.
Se gira y sale de la cueva, no sin antes mirar a James por encima del hombro y soltar una risita.
- Ya es la hora, vamos James - le digo extrañado por lo que acababa de pasar.
- Vale - dice de mejor humor que antes.
Me acerco al agujero y respiro hondo. A continuación salto y siento como la oscuridad me engulle. El viento silva en mis oídos y yo cierro los ojos, dejandome llevar por la sensación de caer.
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El hijo de la muerte (Nico di Angelo)
FanfictionUn chico perseguido y acosado por toda clase de monstruos y pesadillas sacadas de los mas horribles libros de terror. Una chica que vive en la ignorancia. Sus problemas son mas livianos, pero no del todo triviales. El destino ha decidido juntarles...