El brillo desaparece dejando ver a un hombre de unos 30 años de pelo negro y ojos verdes bastante atractivo.
- Daisy - dice con una sonrisa.
Le miro sin ninguna expresión en el rostro. No es muy difícil averiguar quién es.
- ¿Qué quieres? - digo sin ninguna emoción.
Desearía hablarle mal e insultarle, pero es dios, no creo que sea buena idea faltarle al respeto.
- Hablar contigo - dice serio.
- Te escucho - digo cruzando las piernas para que no vea lo nerviosa que estoy.
Asiente y respira hondo.
- He visto que has empezado a tomar clases para controlar tus poderes.
- Si - digo cortante - ¿Algún problema con eso? No me digas que querías hacer de padre y enseñarme tú. - me burlo.
- No - dice - no puedo enseñarte. Los dioses tenemos prohibido intervenir en el destino de nuestros hijos.
- Por que no me sorprende - digo irónica.
- Yo no puse esa regla - dice con notable enfado.
- ¿Y? - pregunto - ¿Debería de sentirme mejor por el hecho de que tu no la pusiste?
- Dios - dice - que difícil eres.
Pongo los ojos en blanco y hago como si no hubiese oído ese comentario.
- Volviendo al tema principal - dice - lo de tus clases.
- ¿Que pasa?
- Quiero que sepas que esas clases no te van a servir de nada - se limita a decir.
- ¿Me estas llamando inútil? - digo sin poder creermelo.
- No - dice - digo que tus poderes no son iguales a Percy.
- Ya sabia que era mejor que yo - digo enfadada - pero gracias por recordarmelo.
- Daisy - me interrumpe con voz dura - los poderes de tu hermano están orientados hacia el mar. - dice. Es cierto, Percy puede hacer lo que desee en el mar - los tuyos son más... destructivos.
- ¿Perdona? - ¿Había oído bien?
- Aparte del mar soy dios de más cosas, y al igual que Percy controla en mar, tu controlas la tierra y el cielo.
- Creo que no comprendo - creía que Zeús controlaba el cielo y Gaia la tierra.
- Soy "el agitador de tierras" y "el señor de las tormentas" - dice - tu también.
- Me estas diciendo que Percy controla el mar, y yo soy capaz de hacer terremotos y provocar tormentas.
- Digo que eres capaz de mover la tierra y controlar el clima.
- Percy también puede.
- Si - dice - y tu mover el agua. Ambos podéis hacer todo, pero sois mejores en nuestra especialidad.
- Y mi especialidad es destruir ¿verdad?
- Yo no he querido decir eso.
- Si si claro - digo restándole importancia con un gesto de la mano - por supuesto que no.
Poseidón respira hondo y cierra los ojos un momento, tratando de tranquilizarse.
- ¿Quieres decirme algo más o ya puedo seguir con mi vida? - le pregunto impaciente.
No tengo el más mínimo interés en hablar con él.
- No te quiero volver a ver cerca de Nico di Angelo - dice mirándome desafiante.
- Me da exactamente igual lo que tu quieras - digo consciente de que con un solo movimiento puede reducirme a nada.
- No te conviene estar con él - dice frunciendo los labios.
- ¿Pero a ti que te importa con quién esté? - pregunto con una ceja enarcada - Soy yo la que esta con el, no tu. Yo quiero estar con él. ¿Porque no me dejáis vivir a mí mi vida? ¿Tanto os cuesta dejarme decidir sobre mi futuro a mí?
- Te lo digo porque te quiero y no quiero verte sufrir por culpa de ese chico.
- Ahora no vengas a dartelas de padre preocupado - le corto con voz dura.
Me fulmina con la mirada pero se calla.
- ¿Eso es todo? - pregunto de mala gana. Poseidón no responde - lo tomo como un sí.
Paso mi mano por el mensaje, finalizandolo.
Salgo cabreada de la cabaña y le doy una patada a una piedra, frustrada.
- ¿Que pasa? - me pregunta una voz seductora al oído.
Sonrío y pego mi cabeza al duro pecho de Nico.
- He hablado con mi padre - digo.
- ¿Y? - esconde su cara en mi cuello y empieza a depositar electrizantes besos por toda la curva de este.
- Nada - digo echando las manos hacia atrás para acariciarle el pelo - me ha explicado que mis poderes son diferentes a los de Percy.
- ¿A que te refieres? - pregunta sobre mi piel.
- Mi padre es dios del mar - digo - y Percy controla el mar.
- Si - dice vacilante.
- Pero también es el agitador de tierras y señor de las tormentas.
- ¿Me estas diciendo que mientras que Percy representa la parte de tu padre consagrada al mar, tu representas la otra parte? ¿La de terremotos y tormentas? - su voz suena incrédula.
- No entiendo mucho eso pero sí. - digo encogiéndole de hombros.
- Eso es normal - dice Nico - A Hazel y a mi nos pasa lo mismo, aunque hay una clara diferencia
- ¿Quien es Hazel? - pregunto. Recuerdo que también la nombro el día del entrenamiento físico.
- Mi hermana - dice con una sonrisita.
- Creía que tu hermana estaba muert...
- Si - dice tensandose - tengo más de una hermana.
- Vale - asiento - ¿Y que te pasa a ti con tu hermana?
- Hades representa la muerte y las riquezas. - asiento - yo represento la muerte en todo su esplendor y Hazel, los metales preciosos. Creo que a ti te pasa lo mismo con Percy.
- ¿Pero porque has dicho que hay una diferencia?
- Es difícil de explicar - se limita a decir.
Asiento y bostezo involuntariamente.
- Deberías dormir - me reprocha Nico empujandome con suavidad hacia la cabaña.
- No quiero dormir. - me quejo con voz infantil.
Nico pone una expresión de padre enfadado y yo pongo los ojos en blanco, para después andar mal maldiciendo hasta mi cabaña. Me dejo caer en una cama a sabiendas de que no tengo sueño y por lo tanto no podre dormir, pero en cuanto mi cansado cuerpo toca con el colchón, mis ojos se cierran y caigo profundamente dormida.
No sabia que poderes ponerle a Daisy, pero creo que está bien enfocado que ella represente la otra parte de los poderes de Poseidón.
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El hijo de la muerte (Nico di Angelo)
FanfictionUn chico perseguido y acosado por toda clase de monstruos y pesadillas sacadas de los mas horribles libros de terror. Una chica que vive en la ignorancia. Sus problemas son mas livianos, pero no del todo triviales. El destino ha decidido juntarles...