Capítulo 19: Captura a la bandera.

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Aguanto la respiración y cierro los ojos, intentando que nadie se de cuenta de que estoy tras los arbustos. Escucho pasos acercándose cada vez más y una mano mueve levemente las ramas que están sobre mi cabeza, ocultándome de los campistas de la cabaña de Ares, quienes se han acercado demasido pronto y demasiados.

Noto como alguien me agarra de la cintura por detrás y yo grito. Demasiada tensión. Me veo transportada por viaje sombra hasta más bosque adentro. Me giro y encaro a Nico con los brazos cruzados sobre el pecho y una expresión que deja notar claramente el fastidio que me ha causado su interrupción.

- Solo quería ver que tal ibas - se defiende levantando las manos con una expresión divertida. Frunzo el ceño - no esperaba que pegaras tal alarido. La verdad es que lo estabas haciendo realmente bien.

Le fulmino con la mirada, puede que no sea muy buena con la espada o que mi puntería sea horrible y un insulto a Apolo, pero puedo estarme quieta sin montar un escandalo.

- Estaba bien - digo aún sin descruzar mis brazos - hasta que llegaste tú.

- ¿Quieres que me vaya? - pregunta divertido.

Asiento sonriendo y él empieza a moverse lentamente en dirección contraria. Me muerdo el labio y sonrío, viendo como el se aleja con paso vacilante.

Se da la vuelta repentinamente y se acerca rápidamente a mí, me pega a su cuerpo y presiona sus labios contra los míos.

- ¿No te ibas? - pregunto entre beso y beso.

- Sabes que no puedo vivir sin ti - dice sonriendo contra mis labios.

- Que cursi ha sonado eso - digo riéndome, provocando que el beso se rompa.

- Lo tuyo para destrozar momentos bonitos es una talento nato ¿eh? - pregunta separándose de mí.

Le miro con un adorable puchero y el me da la mano, para transportarme hasta la linde del bosque, en frente del arroyo, donde unos hijos de Ares están luchando contra Percy y Jason, quienes les derrotan sin ningún problema, provocando que la ira de los hijos de la guerra aumente considerablemente.

- ¡Daisy! - escucho como grita alguien corriendo hacia mí.

Me tenso automáticamente y saco las dagas del bunquer 9.

Veo el brillante cabello de James correr hacia mi y sus ojos verdes intenso brillan emocionados.

- Hola James - digo sonriéndole al tiempo que me da un gran abrazo. - Por un momento creí que eras un hijo de Ares.

- Ehh - exclama retrocediendo unos pasos - Gracias. - dice sarcástico con el ceño fruncido mirándome reprobatoriamente.

- Oh dios, James - digo pasando los manos por su cintura y enterrando mi cabeza en su cuello - sabes que no quise decir eso - deposito un suave beso en la curva de su cuello.

- ¿Y que querías decir? - pregunta mirandome desafiante.

-Que me habías asustado -digo mirandole triste y con un puchero.

- Yo nunca he querido asustarte, princesa. - me da un suave beso en la cabeza y hunde su nariz en mi pelo.

- Lo se - sonrío contra su duro y musculoso pecho y noto como sus brazos me estrechan contra si.

- Emmm... no me gustaría interrumpir vuestro momento romántico - dice Nico aclarándose la garganta ruidosamente queriendo obviamente interrumpir "nuestro momento romántico" - pero tenemos que acabar el juego, cogiendo la bandera, así que si estais abrazaditos todo el rato no la conseguiremos.

James se separa de mí y me empuja suavemente hacia Nico, quien pasa su brazo por mi cintura y me pega a su costado.

- Olvidaba que era tuya - dice con una sonrisa amablemente.

- Si - Nico sonríe cínicamente - Mía.

Le empujo levemente el hombro.

- Pero no significa que no pueda estar con mis amigos ¿verdad? - pregunto mirándole con una ceja enarcada.

- Por si puesto que no, cielo - dice sonriéndome - Puedes hacer todo lo que tu desees.

Sonrío con amor y le rodeo su cintura con mi brazos.

- Eres el mejor - digo con una sonrisa bobalicona, ignorando deliberadamente la batalla que se encuentra unos metros adelante.

- Deberías repetir eso más a menudo - dice riéndose - me gusta oir eso salir de ti.

- Bueno, tampoco te creas - digo enterrando la cabeza en su hombro - no vaya a ser que tu ego suba demasiado.

Me estrecha contra sí al tiempo que hecha la cabeza hacia atrás y suelta una carcajada.

- Y ahora ¿cual es el plan? - dice James con una sonrisa siniestra en la cara restregandose las manos.

- Tenéis que acercaros vosotros sigilosamente y distraer a la cabaña de Afrodita - nos comunica Nico con expresión grave. - Están entre los arboles para detener a los que intenten coger la bandera.

Nos mira detenidamente.

- Las chicas están en lado este y los chicos en el lado oeste. - suspira frustrado al tiempo que se pasa la mano nerviosamente por el pelo - James tienes que intentar distraer a las chicas - me mira a los ojos con una intensidad que me aturde - y tu tienes que intentar distraer a los....

Parece incapaz de seguir y respira una gran bocanada de aire.

- Chicos, Nico, tengo que intentar distraer a los chicos - completo la frase por él.

Asiente y pega su frente con la mía.

- Solo prometeme que no te dejaras encandilar por sus encantos - respira entrecortada mente y tiene los ojos cerrados - que no me dejaras luego por ningún hijo de Afrodita.

- Te lo prometo.

Se que es muy corto pero tenia que cortar aquí para en el siguiente no dejar a medias ninguna escena.

El hijo de la muerte (Nico di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora