El hijo de la muerte (Nico di Angelo)

Capítulo 22: El bosque.

- ¿Y que hicisteis anoche Nico y tu solos? - me pregunta James con una sonrisa bailando las cejas.

- Solo dormimos - digo sonrojandome instantáneamente ante las suposiciones de James.

- Si claro - se burla de mí.

Le saco la lengua y él me lanza un beso.

- Eres tonto - digo golpeándole con suavidad el hombro.

- Un tonto al que quieres - dice con una sonrisa.

- Un tonto al que adoro - le corrijo sonriendo.

- Ohhh - me pasa el brazo por los hombros y me estrecha contra su costado - tendré que decírselo a Nick, se llevará una decepción pero bueno...

- Eh - le empujo suavemente - tampoco te emociones, a Nick también le adoro.

- Pero eso no hay porque decírselo ¿verdad? - dice alzando las cejas.

- Eres de lo peor. - comento sacudiendo la cabeza divertida.

- Oh princesa - dice dirigiendome hacía la cabaña de Ares - ambos sabemos que no piensas eso en realidad.

Le saco la lengua y toco refunfuñando la puerta de la cabaña.

- Oh, sois vosotros otra vez - dice con voz cansada el mismo chico que nos abrió la ultima vez.

- Yo también me alegro de verte - digo con mucho sarcasmo enviándole una mirada dura - ahora si haces el favor llama a Nick, el único chico de esta puta cabaña que se merece el titulo de persona.

- Cuidado con lo que dices sirenita - me advierte con expresión furibunda.

Bufo y me cruzo de brazos con obstinación. Ahora casi toda la cabaña de Ares me llama "sirenita" solo porque saben que me fastidia.

- Ignorale - me recomienda James a mi lado.

Le sonrío y asiento, dispuesta a ignorar a este imbécil.

Nick sale cabreado y baja las escaleras arrastrandonos a nosotros con él.

- ¿Que pasa tío? - pregunta James cuando Nick se detiene de repente y cae con estrépito al suelo al lado de la hoguera.

- Nada - se encoge de hombros ocultando su rostro tras sus manos - solo que como pase un jodido segundo más en ese puto infierno, acabaré matando a alguien.

- No puede ser tan malo ¿o si? - pregunto arrodillandome a su lado.

- No, conmigo no son malos, pero es que me están llenando la cabeza con mierdas sobre que debería odiarte. Que por honor a mi padre debería odiar a todos los hijos de Poseidón, que soy una vergüenza para la cabaña y mil mierdas más. Te juro que como vuelva a oír a algún hermano mio hablar mal de ti, le mataré. Juro por el río Estigio que lo haré.

- O hermana - dice James.

- O hermana - afirma Nick asintiendo.

- ¿Tienes idea de lo serios que son los juramentos sobre el rió Estigio? - digo mirándole fijamente - si algún hermano tuyo habla mal de mi o de mi hermano te verás obligado a...

- Pues será mejor que no lo hagan - me corta serio.

Asiento tragando saliva y me encojo.

- Lo siento, Daisy - dice abrazandome - esque me están volviendo loco, dentro de poco necesitare ir a un puto loquero.

- Yo puedo hacer de psicólogo - propone James sonriendo.