Capítulo 105: Disculpas

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*Narrador*

Thánatos entra en su mansión ansioso. Lleva unos cuantos días sin hablar con Artemisa y no sabe como se va a tomar la noticia. Desde la discusión no la ha vuelto a ver.

Artemisa entra en su habitación de la mansión de Thánatos con una gran sonrisa en el rostro. Suelta un suspiro y se deja caer sobre el colchón a la vez que acaricia el arco que sostiene en sus manos.

- ¡Artemisa! - grita Thánatos irrumpiendo en la habitación.

- ¿Que ocurre? - pregunta ella inocentemente.

- Estaba preocupado - confiesa apoyándose en el marco de la puerta - ¿Donde estabas?

- Salí con Bianca - responde con sencillez - A cazar.

- ¿A cazar? - pregunta extrañado él - ¿Por aquí?

La diosa asiente con la cabeza.

- ¿Y que habéis cazado? ¿Niebla? - Thanatos se burla.

Artemisa frunce el ceño y le mira extrañada. ¿Que le hace tanta gracia? Ella en ningún momento pensó en cazar nada, solo quería pasar tiempo con sus cazadoras.

- No cazamos nada - dice - porque no quisimos cazar nada.

- ¿Asi que simplemente os dedicasteis a perder el tiempo? - le pregunta él serio.

- ¡Eran mis cazadoras! - exclama ella - ¡Estar con ellas no es perder el tiempo!

- Hay graves problemas por aquí, diosa - la dice - No podemos permitirnos que pierdas el tiempo.

El hijo de la muerte (Nico di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora