Capítulo 119: Sorpresas

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*James*

Voy hacia el salón corriendo alegre en cuanto acabo de hablar con Daisy. Necesito hablar con Bianca, que sepa que ya la he pedido disculpas. Pero cuando entro en el salón no hay rastro de ella, por lo que giro en redondo y me dirijo hacia su habitación.

Llamo a su puerta y, cuando no me responde, la abro y entro adentro.

La busco con la mirada y la veo tumbada en la cama mirando el techo.

- ¿Bianca? - pregunto sorprendido.

- ¿Te has disculpado? - pregunta sin mirarme.

- Si - respondo sorprendido.

- ¿Y que hacían? - pregunta divertida.

- No sé - me río- Daisy estaba sin camiseta.

Bianca ríe.

- Que suerte...- susurra con melancolía.

- ¿Te ocurre algo? - pregunto sorprendido.

Bianca se gira y me da la espalda mientras se hace un ovillo.

- Bianca - la llamo sentandome al borde de su cama - ¿Bianca?

Ella no responde y sigue mirando la pared.

- Eh, cielo - le acaricio la espalda - ¿Que ocurre?

- Nada - susurra.

La agarro con cuidado de la cintura y la giro para que me mire.

- ¿Que ocurre? - repito lentamente.

- Es solo que... - me mira a los ojos y se tapa la cara con las manos - Nada.

- Bianca - la llamo quitandole las manos de la cara para que me mire - ¿Que te pasa?

Los ojos de Bianca comienzan a llenarse de lágrimas y su labio inferior comienza a temblar.

- Cielo - susurro.

Ella cierra los ojos con fuerza y las lágrimas se deslizan por sus mejillas. La abrazo con fuerza y la acaricio la cabeza con ternura.

- Es que... - empieza con voz quebrada - cuando me has dicho lo de Daisy y Nico, he sentido un gran vacío - comienza a llorar más fuerte - He deseado poder tener eso. Alguien que me quiera ¿es mucho pedir?

- Bianca... - susurro.

- ¿Porque no pude tener a nadie durante mi vida mortal? - solloza - Yo...

- Bianca - la llamo - Te uniste a las Cazadoras. Renunciaste a la compañia masculina.

Me mira con los ojos abiertos y sacude la cabeza.

- Lo sé - gimotea - Pero ¿y ahora? Incluso Zöe tiene un chico. ¿Porque yo no puedo tener uno?

- Vale, en primer lugar; no tengo ni idea de quien es Zöe. Y en segundo lugar; podrías tener a quien quisieras.

- No a quien quiero - niega con la cabeza secandose las lágrimas.

- Bianca - suspiro - estoy seguro de que el chico que te gusta corresponde tus sentimientos.

- ¡¿Como lo sabes?! - chilla ella seria - ¡No tienes ni idea!

- Cualquiera en su sano juicio se habría vuelto loco por ti - la digo.

Bianca niega con la cabeza.

- No él - niega.

- ¿Como lo sabes? - pregunto exhasperado.

Nunca he sido el mejor en temas del amor. Solo hay que ver a Daisy y a Nicole.

El hijo de la muerte (Nico di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora