Capítulo 64: Despedida.

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*Daisy*

- Daisy - solloza Hazel abrazada a mí - prometeme que iréis a visitarnos, prometemelo.

- Te lo prometo - digo con una sonrisa.

Me separo de ella y la miro a los ojos con una sonrisa dulce en el rostro. Tiene los ojos rojos e hinchados de tanto llorar. Se dirige a Nico y le sonríe tímidamente sin atreverse a acercarse, pero mi novio se adelanta con una sonrisa de oreja a oreja y la abraza con fuerza, estrechándola contra sí. Hazel se acomoda en el pecho de su hermano y cierra los ojos.

- Ojala no cambies - susurra - me gustas más ahora.

- Oh gracias, Hazel - dice destilando sarcasmo - Yo también te quiero.

Hazel se separa de él riendo y aprovecha que Nico está de buen humor para darle un cariñoso beso en la mejilla.

- Adiós, Daisy - se despide de mí Frank.

Le sonrío y le abrazo.

- Tío - se queja Nico con burla - que es mía.

Frank se separa de mí rojo sin darse cuenta de que era una broma.

- Y-yo no... - tartamudea nervioso.

- Tranquilo - Hazel le pone la mano en el hombro - estaba bromeando.

Frank mira a Nico, y éste asiente.

- Si, claro - dice aún rojo claramente confundido.

Me río y Hazel sonríe.

- Adiós, chicos - dice.

Se inclina un segundo y le dice algo al oído a Nico que no alcanzo a escuchar.

- Si - Nico sonríe cuando Hazel se separa - Lo haré.

Hazel se relaja visiblemente y agita la mano a modo de despedida antes de dirigirse hasta el límite de la barrera de fuerza, esperando allí a los demás semidioses romanos.

A mi derecha se encuentran Rachel y Octavio.

Rachel parece algo triste, al igual que él; cosa sorprendente pues creí que se odiaban.

- Siento haberme comportado como un completo idiota contigo - se disculpa Octavio.

- No pasa nada - Rachel sonríe - Yo tampoco me e comportado de la manera adecuada.

- Tu te has comportado bien - susurra él - He sido yo quien dudó de ti constantemente y dije que no merecias ser el oráculo.

- Es comprensible - ella le sonríe.

- ¿Pero qué..? - pregunta Nico mirándolos incrédulo.

Vaya, parece que no soy la única que me e dado cuenta del extraño comportamiento de esos dos.

- Da igual. Lo siento - dice mirándola a los ojos.

Rachel se sonroja y aparta la vista algo nerviosa.

- Ohhh - sonrío - Aquí pasa algo.

- ¿A que te refieres? - pregunta Nico con el ceño fruncido.

El hijo de la muerte (Nico di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora