Capítulo 23: El bunquer 9

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Miramos a nuestro alrededor con los ojos como platos. Nick resopla mirando fijamente todo el montón de armas especiales que tiene el lugar y coge una espada larga de doble filo.

- Impresionante - musita.

La alza y lanza unos tajos al aire, probando su resistencia.

- Veo que has descubierto mi alijo de armas - comenta Leo desde una plataforma a nuestro lado.

Nick se gira hacia él con una sonrisa.

- ¿Que tiene de especial esta espada? - pregunta emocionado.

- De momento nada, está en periodo de prueba - dice acercándose - ¿Que te gustaría que tuviese?

- No sé - dice observándola con adoración - algo guay.

Me río y me acerco a darle un abrazo a Leo.

- Vengo a ver a ese precioso y hermoso dragón que tienes. - digo mirando a mi alrededor.

- Ahí está - me señala un lado de la sala.

Camino en esa dirección y me acerco a Festo.

- Hola Festo - digo acariciándole el morro.

Se agita un poco y empieza a hacer ruidos.

- Festo dice que hola - me grita Leo desde su posición al lado de Nick.

- Vale - le grito de vuelta.

Le acaricio el lomo y me subo ágilmente encima suyo.

Me tumbo mirando hacia arriba y pongo las manos en mi tripa.

- Como sigas así vas a dormirte - dice Nick con una sonrisa desde el suelo.

Me giro dándole la espalda y me restriego los ojos.

- Ah no no - dice Nick rodeando a Festo.

Me agarra y me tira del lomo del dragón para cogerme en brazos. Le paso las manos por el cuello y pego mi cabeza a su pecho.

- ¿No has dormido esta noche eh? - pregunta divertido llendo hacia Leo.

- Claro que he dormido - replico con voz ronca.

- Si claro - se burla dejandome con cuidado en una silla.

Se acerca a Leo y empiezan a conversar sobre las distintas armas que tiene en el bunquer y las múltiples cosas que pueden hacer cada una.

Me paso la tarde observando los diversos planos que tiene Leo distribuidos por la sala y observando curiosos objetos.

- ¡Daisy! - me grita Nick con voz potente desde la entrada.

- ¡Ya voy! - digo dirijiendome hacia allí.

Me acerco con paso rápido cuando me doy con algo en la cadera y un extraño objeto llama mi atención.

- ¿Que es esto? - pregunto observándolo detenidamente.

- ¿El que? - Leo se asoma por encima de mi hombro - Ah si, no es nada.

- ¿Que? - pregunto extrañada.

El objeto que en mi mano sostengo es una delicada caja cuadrada con adornos multicolores hábilmente tallados.

- Es una maquina para hacer arco-iris - dice Leo quitándome suavemente de las manos para dejarla con cuidado en la mesa.

- ¿Y para que quieres eso? - pregunta Nick acercándose.

- A los mestizos se nos tiene prohibido tener móvil, por lo que nos comunicamos con mensajes iris. - nos explica Leo.

- ¿El que? - pregunta Nick observando detenidamente te la extraña maquina.

- La Diosa Iris, puede conseguir que te comuniques con otra persona a través de un arcoiris si no esta muy ocupada. - dice exasperado - Y para eso necesitas un arcoiris.

- Y esta maquina crea arcoiris. - digo como una completa estúpida.

- Si - dice resoplando - eso mismo.

- Y... - empiezo dubitativa. - ¿me la podrías dejar un rato?

- Claro - sonríe y me la entrega - pero ten cuidado, es muy delicada.

- Okay, creo que lo he entendido.

Nick y yo salimos y no dirijimos a la playa. Una vez allí ponemos la maquina en el agua y automáticamente aparece un precioso arcoiris.

Le lanzo un dracma de oro.

- Oh diosa Iris, acepta nuestra ofrenda. - digo con voz profunda.

Nick y yo esperamos.

- ¿Y ahora? - pregunta impaciente.

- Creo que tenemos que decir con quien queremos hablar - digo encogiéndome de hombros.

- Esta bien - dice mirando el resplandeciente arcoiris. - tu primero.

- No quiero hablar con nadie - digo intentando mantenerme firme.

- Vale - me mira fijamente pero no me pregunta nada - pues...

- ¿No quieres ver a nadie? - pregunto respirando hondo.

- Si - asiente seguro - quiero ver a mi madre.

Ya se que es muy corto pero esque no tenia ni una pizca de inspiración.

El hijo de la muerte (Nico di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora