*Nico*
Abro la puerta de la sala del trono de un golpe e irrumpo con cara de pocos amigos. Los fantasmas allí reunidos me miran asustados y desaparecen en seguida.
- Hijo - me saluda mi padre - Si e de ser totalmente sincero me sorprende que hayas vuelto.
- Porque no me extraña - digo poniendo los ojos en blanco.
Hades sonríe de oreja a oreja.
- ¿Y bien, chicos? - nos pregunta - ¿Habeis encontrado algo que merezca la pena que cuente en la asamble olimpica?
- Todos los monstruos se están congregando alrededor de las puertas de la muerte... - empieza James, pero mi padre le interrumpe.
- ¿De nuevo? - su cara palidece y llama a un fantasma para que avise a Thánatos.
- Eso parece - dice James - Pero lo más importante es que allí hay un extraño grupo de unos 7 adolescentes...
- ¿Mortales? - le vuelve a interrumpir mi padre.
- No lo creo - digo adelantandome - Una chica hablaba frente a los monstruos. Ningún mortal es tan valiente como para hacer eso; bueno, ni si quiera lo son para sobrevivir en el tártaro.
- ¿Semidioses, entonces? - pregunta Hades.
- No lo se - niego con la cabeza - puede. Estaban hablando sobre como atacar.
- ¿Y bien? - me pregunta impaciente.
- El día del solsticio - digo con suavidad.
- ¿Qué? - me mira horrorizado.
- Van a atacar el día del solsticio - repito - Aprovecharán que no estas en el Inframundo para salir, y al estar todos reunidos en un mismo lugar; sereis más fácil de vencer, una resistencia menor.
La sala se sume en un silencio sepulcral y yo le miro a los ojos; que brillan peligrosamente.
Mi padre se levanta del trono de golpe y baja las escaleras a la carrera. Thánatos entra en la sala justo en ese momento y Hades se acerca a él con el rostro pálido.
- Avisa a los Olímpicos - le dice con voz grave - Los monstruos van a atacar el día del solsticio - Hades le mira con los ojos muy abiertos - Díselo a Artemisa; no hay tiempo que perder.
Thánatos asiente con expresión firme y desaparece por la puerta silenciosamente.
- ¿Algo más? - nos pregunta impaciente.
- Creo que no - digo con el ceño fruncido - ¿Pasa algo? Pareces nervioso...
- El tártaro no es como luchar contra los titanes, niño - me dice sentandose en su trono - Es algo mucho peor. Imagina que el espíritu del tártaro despertase; que los monstruos salieran de él. Sería imposible vencer a los titanes y gigantes a la vez. Casi no lo conseguimos por separado...
Hades se estremece y toda la sala se mueve en un pequeño terremoto.
Nos mira fijamente y resopla.
- ¿Ahora que va a ocurrir? - le pregunto - ¿Vais a mandar algo para detenerle?
- Creo que ya sabes la respuesta a esa pregunta, Nico - responde en voz baja.
Si, claro que lo sé.
«Semidioses»
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El hijo de la muerte (Nico di Angelo)
Hayran KurguUn chico perseguido y acosado por toda clase de monstruos y pesadillas sacadas de los mas horribles libros de terror. Una chica que vive en la ignorancia. Sus problemas son mas livianos, pero no del todo triviales. El destino ha decidido juntarles...