El hijo de la muerte (Nico di Angelo)

Capitulo 25: Srt. O'leary

- ¿Y ahora a donde vas? - pregunta Nick una vez hemos salido del bunquer 9 después de devolverle la maquina a Leo.

- Voy a ver a Nico - digo con simpleza encaminándome en esa dirección.

Nick mueve las cejas pícaramente y yo le doy un suave golpe en el brazo.

- No seas infantil - le reprocho riendo - solo voy a verle. He estado mucho tiempo con vosotros y no con él.

Nick hace un puchero y pone ojitos de cachorrito.

- No me mires así - digo intentando no verle. - No sirve.

- ¿Pero porque? - se queja con voz infantil. - Yo también quiero que pases tiempo conmigo.

- Y lo paso - digo - pero también quiero estar con él.

- Muy mal - mueve la cabeza decepcionado - no me esperaba eso de ti, Daisy - dice con voz de fingido dolor - favoritismos no eh.

Y dicho esto se da la vuelta muy digno dirigiéndose a su cabaña. Sube los escalones con paso decidido y cuando esta a punto de tocar en la puerta, sacude la cabeza y baja corriendo para parar a mi lado.

- ¡Por favor Daisy no me dejes solo! - me ruega con voz de pena - ¡No quiero volver a ahí! - señala su cabaña con una expresión de terror.

- Lo siento amigo - digo intentando no reírme ante tanto drama - creo que podrás con ello, eres un macho.

- Por supuesto que si - infla su pecho y vuelve a acercarse a las escaleras. En cuanto pone un pie vacilante en el primer escalón de las escaleras rojo sangre de la cabaña de los hijos de la guerra se da la vuelta con los ojos entrecerrados.

Esbozo una sonrisita y salgo corriendo hacia la cabaña 13, llamando desesperada mientras Nick me grita cosas sin sentido a escasos metros de distancia.

Nico abre la puerta un tanto confundido y yo entro rápidamente, cerrando de un portazo para luego dejarme caer exhausta en ella.

- ¿Que pasa? - pregunta Nico con voz preocupada encaminándome el rostro en busca de heridas o algún golpe.

- Nada - jadeo intentando recuperar el aliento - estoy bien. Solo huyo de Nick.

- ¿Te hizo algo? - pregunta apretando los dientes - Porque si es así...

- No - le pongo la mano en el pecho con firmeza - No me ha hecho nada.

- ¿Entonces? - pregunta serio.

- Se enfado porque le dije que quería pasar tiempo contigo - digo riéndome - dice que te tengo favoritismo.

- Por supuesto que lo tienes - dice Nico - eres mi novia. Creo que tu amigo no entiende que eres mía.

- Nico... - suspiro frustrada - el no piensa en mi de esa manera.

- Eso espero - musita con los ojos brillantes de ira.

- ¿Podríais iros a discutir al bosque par de tortolitos? - nos pregunta James. - Hay gente que quiere hacer cosas sin nadie molestándolo.

Esta tumbado boca arriba en la gran cama de satén negro que hay en una esquina de la amplia habitación. Sostiene un libro sobre su cabeza, por lo que deduzco que esta leyendo. Lo aparta un segundo para mirarnos fastidiado y luego dirige su vista de nuevo al misterioso libro, que por cierto, esta al revés.

- ¿Como leer, por ejemplo? - digo acercándome.

- Si - asiente provocando que unos mechones de pelo le caigan por su atractivo rostro.