Salgo de la cabaña cerrado con cuidado la puerta tras de mi.
Al finalizar el maldito captura a la bandera, el típico chico adicto a las fiestas gritó "Vamos a celebrarlo"
Y pues eso, a celebrarlo se ha dicho. Los de la cabaña de Afrodita se han encargado de convertir el comedor en una preciosa carpa para el baile, con pista incluida. Me he ido a mí cabaña para cambiarme, pero desgraciadamente Piper me a alcanzado antes de que cruzase el umbral de la puerta.
"Toma, ponte esto" me ha dicho entregándome una delicada bolsa de satén negra.
Dentro había unos tacones altísimos - preciosos pero altísimos - negros con unas finas tiras que se enrollan alrededor del tobillo. Un vestido negro con escote en forma de corazón y la espada al aire terminada en V, continuando la forma del corazón, me llega por encima de la mitad de los muslos cayendo suelto.
Y pues nada, me lo he tenido que poner a regañadientes, maldiciendola cuando me ha recogido el pelo en un peinado jodidamente precioso y me ha pintado los ojos haciendo que el verde intenso de esos sea mucho mas visible.
"Preciosa", eso es lo que me ha dicho Piper, y lo que repito mentalmente mientras ando con paso dubitativo hacia la gran fiesta.
Paseo mi vista por entre las caras conocidas de los campistas buscando con la mirada a Nico, quien obviamente no esta aquí haciendo acto de presencia.
Veo a Percy y Annabeth enrolladose en una esquina del comedor y sonrío tontamente, esos dos...
Una mano se posa sobre mi hombro y me gira hacia si.
- ¿Bailas? - pregunta James con una sonrisa ladeada.
- No - digo negando con la cabeza - soy pésima.
- Seguro que no eres tan mala - dice sonriendo.
Lleva una camisa abierta sobre otra camiseta y unos vaqueros. ¿Porque las chicas no podemos ir con vaqueros y estar elegantes?
- Si - afirmo segura - soy terriblemente horrible.
- Eso sera porque no tienes la pareja adecuada - dice - ¿Bailas? - hace una ridícula reverencia y yo me río.
- No te vas a dar por vencido, eh - digo aceptando la mano que me tiende.
Esboza una sonrisa lobuna y me revuelve el pelo.
Se pone en la pista de baile y me agarra de las caderas para enseñar a bailar.
- Ya te lo dije, imposible - le reprocho una vez hemos salido del bullicio de gente.
- Es que no has puesto de tu parte - se queja el con un puchero.
- Ya, esque... no se... ¿tal vez porque no quería bailar? - digo mirándole.
- Pfff - dice pasándose repetidas veces la mano por su cabello rubio, dejándolo despeinado de una manera malditamente sexy - eres mas terca que una mula.
- Ohhh - digo finjiendo estar emocionada - gracias.
- Ehh - se queja pegando su cuerpo al mío - no te rías de mi pequeño monstruito.
- ¿Ahora soy un monstruo? - digo sin poder evitar soltar una carcajada.
- Si - dice sonriéndome con ternura - por el día eres una princesa, y por la noche un monstruito.
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El hijo de la muerte (Nico di Angelo)
FanfictionUn chico perseguido y acosado por toda clase de monstruos y pesadillas sacadas de los mas horribles libros de terror. Una chica que vive en la ignorancia. Sus problemas son mas livianos, pero no del todo triviales. El destino ha decidido juntarles...