*Narrador*
La gran y oscura sala principal del palacio del Señor del Inframundo se encontraba en un espeluznante silencio. Coronando la estancia estaba un perfecto trono de hierro estigio y huesos, y en éste, con expresión distraída, el mismísimo Dios al que todos temen.
- Señor - una figura encapuchada entra en la sala y hace una reverencia en el umbral de la puerta.
- Adelante.
La figura avanza hasta estar delante del imponente trono y se quita la capucha, dejando ver el perfecto y hermoso rostro del Rey de la muerte.
- ¿Se lo dijiste?
- Si, mi señor - Thanatos asiente.
- ¿Que opinaron mis queridisimos hermanos? - su voz, lejos de ser amable, es fría, dura y cortante.
- Nada. No saben como hacer frente a esto, mi Señor. Son unos ilusos que creen que por estar sentados en grandes tronos en el brillante Olimpo y por ser fruto de alabanza entre los ignorantes mortales tienen derecho de ser llamados Dioses. No saben que hacer, nunca han presenciado una guerra como la que se avecina.
- ¿Les comunicantes mi generosa oferta? - pregunta Hades.
- Por supuesto, mi Señor - Thánatos asiente - No pareció agradarles, pero cuando el caos se desate, se darán cuenta de os necesitan y no tardarán en pedir vuestra ayuda.
- Zeus puede llegar a ser muy orgulloso.
- Soy consciente de ello. Le he visto.
- Perfecto - Hades sonríe - que vengan hasta mí para suplicarme de rodillas que les ayude. ¡Mágnifico!
Thánatos asiente.
- Están asustados, mi Señor - continua - No saben las consecuencias que ésta batalla podría traer, ni los sacrificios que podría conllevar.
- Son débiles - murmura despectivamente Hades.
- Son orgullosos - rectifica con tacto el Dios con aspecto de ángel - Sé creen todopoderosos e inmunes, cuando no lo son. Ese orgullo será la clave de su destrucción.
- Pero no queremos destruirles, mi joven dios - dice Hades - solo queremos... ¡demostrarles! Si, eso. Desmostrarles que no les necesitamos, pero que ellos, si que nos necesitan.
Thánatos asiente con una sonrisa.
- No creo que tarden mucho en venir a pedir ayuda, mi Señor - dice - Zeus se veía realmente desesperado.
Hades estalla en carcajadas.
- Dios, esto es buenisimo - Hades sonríe - Estoy deseoso de ver sus olímpicos rostros descompuestos por la pena, el horror y la miseria - vuelve a reír - y ver como vienen a rogarme que les preste mi ayuda.
- Y usted, como el dios generoso que es, lo hará - dice Thánatos.
- Por supuesto, pero con una condición.
- Que te otorguen tu merecido puesto en el Olimpo - concluye Thánatos.
- Tu te encargarás del Inframundo.
- Es un honor para mí - Thánatos hace otra reverencia.
- Lo sé - Hades sonríe - Thánatos, ¿Que tal va tu hijo?
La expresión del dios de la muerte se suaviza y una sonrisa abarca todo su rostro.
- Bien, gracias - dice - Mañana irá a su primera misión.
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El hijo de la muerte (Nico di Angelo)
FanfictionUn chico perseguido y acosado por toda clase de monstruos y pesadillas sacadas de los mas horribles libros de terror. Una chica que vive en la ignorancia. Sus problemas son mas livianos, pero no del todo triviales. El destino ha decidido juntarles...