Capítulo 60: Mágico atardecer.

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*Hazel*

Miro hacia el horizonte, por donde el sol se oculta dando matices rojizos y anaranjados al cielo del atardecer. Se refleja en el mar, volviéndolo de un color oscuro inolvidable. Esto es simplemente mágico. No me imagino un lugar mejor donde estar.

Sentada, en brazos del chico al que amo, en la orilla de un enorme lago en un atardecer precioso. Sintiéndome segura, algo que no siento desde hace mucho tiempo. Y feliz, me siento feliz.

Feliz de ver a mi hermano al fin con alguien, con alguien a quien de verdad quiere, quien le hace feliz, alguien a quien le importa. ¿Y quien mejor para mi hermano que la hermana de mi mejor amigo?

Recuesto la cabeza en el pecho de Frank al tiempo que suspiro. Anhelada calma...

Le sonrío a Frank con todo mi amor. Dios, me siento tan afortunada de tenerle conmigo...

Me devuelve la sonrisa al tiempo que sus brazos se refuerzan a mi alrededor. El sol termina de ocultarse y el cielo se vuelve oscuro de repente al tiempo que unos cuantos truenos lo cruzan.

- ¿Que..? - pregunta Frank.

Ambos miramos al cielo claramente sorprendidos.

- ¿Cuanto crees que estará así? - le pregunto en un susurro.

- ¿A que te refieres?

- ¿Cuanto tiempo crees que estará Zeus descargando su frustración con tormentas eléctricas? - pregunto.

Frank se encoje de hombros.

- Todo depende.

- ¿De que?

- De si la decisión que ha tomado ha sido la correcta, de si estamos en problemas, de si... Depende de muchas cosas, Hazel. Pero tu no te preocupes.

- Ya... - me abrazo los codos al sentir un escalofrío - Es solo que tengo como un presentimiento... Algo malo se acerca Frank. Algo horrible se avecina. Otra lucha más.

- ¿Como..? - me mira fijamente - El inframundo - suspira - Por eso puedes notarlo.

- Si, bueno... No se lo que es, solo tengo la sensación de que dentro de poco se desarrollará la peor batalla que haya visto la tierra.

- Espero que te equivoques, Hazel - dice en un murmullo - realmente espero que no estés en lo cierto, porque si lo estás...

Un escalofrío me recorre la espalda.

- No va a pasar nada - le acaricio la mejilla - Nada.

Sonríe y se pone en pie.

- ¿A donde vas?

- Voy a enseñarle a Daisy mi capacidad para transformarme en cualquier animal. Me lo pidió Percy.

- Frank - suspiro - Quedate, por favor.

- Pero...

- Si, lo se. ¿No podrías hacerlo en otro momento? Es nuestra última tarde en el Campamento Mestizo. Nuestra ultima tarde para nosotros. En cuanto volvamos al Campamento Júpiter, sabes que Reyna nos mandará entrenar. Por favor.

Frank asiente y se agacha a mi lado para alzarme en brazos.

Se mete en el agua con paso lento y yo me abrazo a su torso con mayor intensidad.

- ¡Frank! ¡No por favor! - le pido - Sabes que odio el agua, por favor.

- No no - sonríe - No te va a pasar nada.

- ¡Lo sé! - exclamo. A ver, odio el agua, pero tampoco soy "alérgica" como le pasa a mi hermano - Pero no me gusta, Frank.

Mi novio me ignora monumentalmente y se introduce más aún en el agua. Baja mis piernas para que toquen el agua, pero yo las enlazo en su cintura, literalmente como los koalas.

- Hazel - su cara torácica reverbera, señal de que de está riendo. Lo más probable es que sea de mí - No te va a pasar nada.

- ¿Y tú como lo sabes? - murmuro contra su cuello - ¿Acaso eres adivino?

- Hazel - dice - Eres una exagerada.

- No, no lo soy - replico obstinada - Únicamente no quiero mojarme.

- Hazel... - suspira.

- ¡Deja de decir mi nombre!

- ¿Porque? Me gusta tu nombre, y me gusta decirlo - sonríe - Hazel, Hazel, Hazel, Hazel...

- Frank - pongo mi rostro a centímetros del suyo y le miro fijamente - Por favor.

Después de unos segundos que se hacen eternos, Frank accede y me envuelve con sus brazos antes de volver a la arena.

- Gracias - murmuro volviendo a apoyar mis pies en tierra firme de nuevo - Aunque tampoco debería dartelas, casi me metes ahí.

Señalo el agua que brilla cristalina a pocos centimetros de nosotros con pequeñas ondas que la decoran. Si fuera una persona normal, ahora mismo desearía bañarme en ese mar de aguas perfectas, pero yo no. Odio el agua.

- Si, y no te hubiera pasado nada.

- Pero sabes que no me gusta. Yo no te obligo a hacer cosas que no te gusten.

- Podrías.

- Bien - me cruzo de brazos - Acercare a Leo y pídele que haga fuego.

- A ver - Frank retrocede - Una cosa es bañarse en el mar y otra muy distinta...

- Es prácticamente lo mismo. Es algo que no te gusta y que yo no te obligo a hacer. Al contrario que tu; que sigues insistiendo en que supere mis miedos.

- Es lo mejor.

- ¿No has pensado que tal vez yo no quiera superarlos? El miedo no se supera, Frank, el miedo cambia. Podría superar mi miedo al agua perfectamente, pero significaría que otro miedo ocuparía su lugar, pues es imposible no temer a nada. Y sinceramente prefiero tener miedo al agua, que a cualquier otra cosa.

Frank asiente al tiempo que sonríe.

- ¿Sabes cuál es uno de mis mayores miedos? - pregunta acercándose a mi.

- ¿Cual? - susurro con sus labios a apenas unos centímetros de los míos.

- Perderte - murmura antes de juntar sus labios con los míos en el mejor beso que hemos tenido jamás en el Campamento Mestizo.

Eh, que este es el ultimo capitulo de Hazel y Frank (no quiero decir que les vaya a matar, solo que como se van a ir al día siguiente, no van a aparecer de nuevo) :)

El hijo de la muerte (Nico di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora