El hijo de la muerte (Nico di Angelo)

Capítulo 11: Que de cosas que no sé.

Me despierto por el vaivén que mueve mi cuerpo. Abro los ojos con cuidado.

No veo nada, esta todo oscuro, demasiado para poder vislumbrar cualquier cosa.

De alguna manera se que me están llevando en brazos y yo me dejo llevar. Es cómodo, quien quiera que me esté llevando debe de ser muy fuerte.

Salimos a un claro iluminado por la luna y la blanquecina luz se refleja en el rostro de quien me lleva.

Nico.

¿Porque no me extraña? Últimamente acabo encontrándome con él siempre, vaya donde vaya.

Cierro los ojos de nuevo, fingiendo estar dormida y me apoyo, de manera distraída, en el fuerte pecho de Nico. Empieza a respirar entrecortada mente.

- ¡¿Que narices es esto?! - escucho como grita una voz a lo lejos. Oh no. Percy. - ¡Explícate, di Angelo!

Noto como me pasa a los brazos de mi hermano y yo abro los ojos inocentemente.

- Andaba por el bosque cuando chocó contra mí - así que él era contra lo que había chocado - se cayo hacia atrás y se dio un golpe muy fuerte en la cabeza - un dolor penetrante en la parte posterior de mi cráneo confirma lo dicho por Nico - y perdió el conocimiento. Me asusté y la cogí en brazos para traerla, tenia miedo de que si usaba el viaje sombra la poca energía que le quedaba se desvanecería y moriría.

Le miro con el ceño fruncido.

Ojala hubiera estado despierta más tiempo, quería verle llevándome en brazos por todo el bosque, como en las películas. Ver su rostro oculto por las sombras, su expresión preocupada...

- ¿Porque no pediste ayuda? - dice Percy cortante.

- Podría haber venido yo solo en un viaje sombra, es cierto - afirma con voz segura - pero en ese caso hubiera dejado a tu indefensa e inconsciente hermana sola en el bosque. Y que los monstruos estén ahí para cazarlos, no significa que sean domésticos. La podrían haber herido.

Eso es cierto.

- Gracias - digo con voz débil. Me siento débil.

Le sonrió y el me devuelve la sonrisa.

- Si, emmm... - dice Percy mirandome - ¿Crees que puedes andar?

- Emm... Si - digo colocando las piernas en el suelo - Claro.

Me pone los pies en el suelo y se aparta para darme espacio, pero en cuanto sus manos no me sujetan, me tambaleo hacia atrás. Nico me sujeta por la cintura y no me suelta hasta que se asegura de que puedo mantenerme en pie sola.

- Bien - dice Percy un poco indeciso. Enarco una ceja - Os dejo a solas.

Se va hacia la cabaña de Afrodita, donde probablemente estén Annabeth y Piper preocupadas.

Noto una mano en mi hombro y me giro para contemplar esos ojos negros que me dejan con demasiada frecuencia sin respiración. Debería estar prohibido, en serio, deberían prohibir esa clase de miradas.

Me derrito por dentro y le miro, con, probablemente, una cara de estúpida alucinante.

- Gracias - consigo decir a pesar del aturdimiento que me provoca tenerle tan cerca.

- No es nada - responde acercándose mas - Imagínate la impresión cuando te he visto correr por el bosque con esas pintas para luego chocarte contra mi, caerte al suelo, golpearte contra un árbol y quedar finalmente inconsciente.