Capítulo 58: Olimpo.

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*Narrador*

En el Olimpo todo se encuentra en silencio, interrumpido únicamente por los débiles suspiros de la hermosa diosa del amor.

- Esto se nos está yendo de las manos - murmura el gran dios del mar sujetando con fuerza el tridente que sostiene en su mano derecha.

- Estoy de acuerdo - asiente Zeus.

La mayoría de los dioses se muestran de acuerdo, exceptuando la diosa del amor, la diosa de la caza y el dios del sol.

- Dejad a los muchachos - murmura sentado en su impresionante trono dorado - Son felices ¿no es eso lo importante?

- Hay cosas más importantes que la felicidad de unos mocosos adolescentes que ni siquiera saben lo que quieren - gruñe Poseidón.

- No es cierto - interviene Afrodita - No hay nada mas importante que el amor adolescente.

La mayoría de los dioses abren la boca para replicar, pero se les hace callar cuando un trueno resuena por toda la sala.

- Silencio - grita Zeus - Por una vez, estoy en desacuerdo contigo Afrodita. Sería desastroso que una hija del mar saliera con un hijo del inframundo.

- ¿Porque? - exige saber Afrodita - ¿No era también desastroso que un hijo del mar acabase con una hija de la sabiduría?

Dice recordando la anterior discusión sobre Percy y Annabeth, una pareja que Afrodita adoraba.

- Sigo creyendo que eso está mal - murmura Atenea de mal humor.

Poseidón la fulmina con la mirada y Atenea alza la barbilla con obstinación; y así empieza otra pelea de las muchas que han tenido.

- ¡Basta! - trona Zeus.

La sala del trono se sume de nuevo en un espeluznante silencio.

- La decisión fue tomada - anuncia Zeus - Una hija del mar no puede acabar con un hijo del inframundo, sería catastrófico.

- No veo el porqué - comenta Artemisa - He estado allí, en el Campamento Mestizo y les he visto, y os puedo decir que nada de lo que podáis hacer conseguirá separarles. No soy la diosa del amor, ni mucho menos, pero hasta yo soy capaz de notar lo mucho que se quieren.

» ¿Creéis que separándolos serán más felices? No lo serán. No se enamorarán de nuevo, no se olvidarán. No conseguireis vuestro propósito.

Afrodita asiente totalmente de acuerdo y Apolo levanta el pulgar animándola.

- He conocido a Nico di Angelo. Un niño pequeño, asustado, que perdió a su hermana por culpa de los dioses. Con mucho rencor acumulado dentro de su ser, rabia y fuego alimentados por el odio hacía nosotros. Le he visto cambiar, cambiar por ella.

» No sé que esperais conseguir separándoles, pero algo os digo; nunca serán tan felices como lo son juntos.

Los rostros de los dioses adoptan expresiones enfadadas, enfadadas por las palabras de Artemisa, porque siempre defiende a los héroes, y porque siempre tiene razón.

- Son vuestros hijos, deberías desear lo mejor para ellos. Y si son felices juntos ¿porque esa manía de separarles? Son niños, están en la edad de equivocarse, de cambiar de opinión en seguida, de tomar decisiones equivocadas... Pero si por una vez están seguros de algo, deberíais apoyarlos. Que tomen sus propias decisiones, no os pido que les dejéis hacer lo que quieran, pues son héroes, y queráis o no les necesitamos, os pido que una cosa que no implica peligro alguno, les dejéis decidir a ellos. Es su vida, son ellos los que están enamorados, son ellos los que a lo mejor saldrán heridos, son ellos los que aprenderán si sale mal. No vosotros, ellos.

El hijo de la muerte (Nico di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora