Capítulo 106: Tacto

2.3K 207 14
                                    

*James*

Suspiro y llamo con los nudillos a la puerta de la mansion de mi padre. Escucho el sonido de pasos y me preparo mentalmente para hablar con mi padre, realmente el dia antes de bajar al Tartaro no me porte muy bien con él.

La puerta se abre con un chirrido y aparece en el umbral una hermosa chica de unos doce años. Su cabello oscuro le cae en pequeñas ondas hasta debajo de los hombros y sus ojos, negros como la obsidiana, brillan con curiosidad y diversión en cuanto me ven.

La hermana de Nico. Bianca, creo que se llamaba.

- ¿Si? - me pregunta con voz dulce apoyándose de forma casual en el marco de la puerta.

- Pues, emmm... - la miro nervioso - Verás, yo me estoy quedando aquí...

- Oh, por supuesto - se aparta de la puerta y me sonríe.

- ¿Esta mi padre? - la pregunto acompañandola al salón.

- ¿Thánatos? - me mira divertida - No, creo que ha ido a hablar con su madre. Volverá en unas horas, un día como máximo.

- Oh - me limito a decir.

Bianca se sienta en un sillón y me mira con una ceja enarcada cuando ve que me siento en otro sillón.

- ¿Hay algún problema? - la pregunto con una sonrisa.

- No - me mira confusa - solo que creí que estarías cansado.

- Oh no, nueve días de subida te da mucho tiempo para dormir.

Bianca suelta una carcajada y me mira risueña.

- ¿Pasa algo si me quedo? - la tiento.

- No, en absoluto - y sonríe.

Una sonrisa preciosa.












Miro de reojo a Bianca mientras caminamos y veo como se sonroja al darse cuenta de mi mirada. Suelta una risita tímida y se oculta tras su cabello mientras se retuerce las manos, claramente nerviosa. La manga de su camiseta se sube y me deja a la vista su fina muñeca, blanca como la nieve. Sigue mi mirada y se baja las manga corriendo a la vez que enrojece aún más.

- ¿Porque te tapas? - la pregunto apoyandome de forma casual en el marco de mi puerta.

- Costumbre - se encoje de hombros.

- ¿Porque? - insisto mirandola fijamente.

Bianca aparta la mirada y fija su vista en el suelo de mármol pulido.

- No sé - susurra.

Sonrío y la agarro de la mano.

Bianca pega un respingo y retrocede violentamente. Sus ojos se abren como platos y me mira jadeando.

- ¿Ocurre algo? - la pregunto - ¿Estas bien?

Me mira asombrada y niega con la cabeza.

- T-tu... - me mira fijamente - Me has tocado...

- ¿Y? - inquiero.

- Se supone que estoy muerta - murmura - Nadie puede tocarme. Ni siquiera Nico... solo cuando se concentra mucho...

La miro comprendiendo y frunzo los labios.

- ¿Nadie te puede tocar nunca? - pregunto.

Bianca niega con la cabeza y retrocede un paso cuando me acerco a ella.

Agarro su mano con cuidado y la estrecho entre las mias.

- ¿Sientes esto? - pregunto mirandola con atención.

- Si - jadea mirandome sorprendida.

Subo mi mano hasta su hombro y trazo círculos sobre su clavícula con el pulgar. Bianca mira mi mano y una sonrisa se extiende lentamente por su rostro.

- ¿Te molesta? - pregunto - ¿Es desagradable?

- No - susurra - Se siente tan... humano. Me hace sentir como si estubiera viva otra vez.

- Podrías resucitar - la digo - Ya sabes, lo de las tres oportunidades para entrar a la isla esa. Vivirías de nuevo.

- Lo sé - responde - Pero para eso tengo que beber del rio del olvido, para olvidar mi vida pasada. Y yo no quiero olvidar. No quiero olvidar a Nico, a Percy, a Thalia... A de más, al ser la hija de Hades puedo pasear por todo el inframundo como me plazca. Tengo...privilegios - dice sonriendo.

- Oh - mi mano asciende hasta su mejilla y la acaricio con suavidad - sorprendente - murmuro.

Me mira a los ojos y parpadea nerviosa. Su cara esta a milímetros de la mía y eso parece alterarla. Me mira a los ojos fiijaamente y adorablemente tímida aparta la vista.

- ¿Porque cree que será? - inquiero.

- No se - se encoge de hombros - No me importa.

La miro fijamente y sonrió como un idiota.

Ahora entiendo porque Nico la echa tanto de menos.

Bianca es dulce. Con sus ojos negros, su largo cabello oscuro y su piel blanca que contrasta de manera asombrosa con ellos. Su tímida sonrisa y la manera en que sus ojos brillan de curiosad.

Es idéntica a Nico en muchos aspectos, pero ambos son diferentes.

Justo ahora; observando esa sonrisa tan bonita que tiene y el brillo tan particular que tienen sus ojos, las diferencias me son más que evidentes.

Porque ella es bonita.

Bianca di Angelo, la hermana del oscuro Nico di Angelo, es bonita.

El hijo de la muerte (Nico di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora