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Charla sobre bebés (parte 1)

Steve Rogers

Steve había notado que los últimos días estabas más tensa de lo normal y parecías nerviosa cuando estabas con él, por lo que un día, mientras cenaban decidió preguntarte lo que te ocurría.

–Querida... ¿Estás bien? ¿Hay algo molestándote? Hace días que te veo extraña y no pareces tranquila cuando estás conmigo...–Te preguntó Steve, tomando tú mano en la de él sobre la mesa, con un tono triste al final de la frase.

–Si... estoy bien, es solo que...–Soltaste un suspiro.–Llevamos casados casi un año ya y... bueno... ambos hemos hablado anteriormente sobre empezar una familia... y de verdad que quiero, y creo que ahora es el momento. No estamos asistiendo a tantas misiones... pero...–Me ibas diciendo sin mirarlo a los ojos, manteniendo la vista en el suelo.

Steve con su manos levantó tu rostro para que lo miraras a los ojos.–¿Pero qué, querida?–Te preguntó suavemente y con una sonrisa en su rostro.

–Pero yo no puedo tener hijos... no tengo útero donde un bebé pueda crecer...–Le dijiste mientras lágrimas salían de tús ojos.

–T/N, cuando me casé contigo, sabía que jamás podrías quedar embarazada. Pero hay otras opciones, como adoptar. Podemos darle la vida que se merece a un niño o niña que no tiene nada. Nosotros podemos darle todo...–Te dijo mirándote a los ojos con la sonrisa más grande que has visto.

–¿De verdad?–Le preguntaste un poco más animada y esperanzada.

–Así es querida. Durante estos días podemos comenzar a investigar sobre el asunto de adopción... tal vez incluso podemos adoptar un bebé...–Te aseguró Steve, tomándote en sus brazos y abrazándote tan fuerte como pudo.

Tony Stark

La verdad es que te sorprendió mucho cuando Tony, durante su noche de películas, sacó el tema de tener bebés.

–Oye bonita... ¿Alguna vez has pensado en lo hermosa que te verías embarazada?–Te preguntó de la nada como si fuese lo más normal del mundo.

–Disculpa... ¿Qué?–Dijiste sorprendida, mientras tratabas de recuperar el aire después de ahogarte con las palomitas.

–Eso... sería bonito, ¿No crees? Tener un o una mini tú, o un o una mini yo corriendo por el lugar.–Te dijo mirándote a los ojos con una pequeña sonrisa pero con tono serio.

–Aahh... ¿Sí, sí...? Sería... sería lindo... pero... ¿Estás proponiendome tener hijos? ¿Tú? ¿El gran Tony Stark que se la pasa de fiesta y trabajando en su taller en sus trajes?

Quiero decir... ambos trabajamos mucho y... no sé si estamos listos para ser padres...–Le dijiste un poco confundida y no muy convencida.

Tús horarios en el hospital eran bastante complicados, y Tony siempre hacía fiestas y trabajaba en el taller hasta tarde.

–Lo sé... ambos trabajamos mucho, pero podemos hacer que funcione. Seríamos unos increíbles padres. Si tú estás dispuesta a dejar de trabajar por un tiempo en el hospital por un embarazo, yo también puedo dejar de ir a misiones por un tiempo y dejar de trabajar tanto en el taller.

Sé que tú trabajo es demandante, y con un bebé sería difícil, pero yo puedo ayudar, para eso están los padres, ¿No?–Habló con voz esperanzadora y un brillo en sus ojos que jamás habías visto.

Era evidente de que llevaba pensando sobre el tema por mucho tiempo y le entusiasmaba la idea de tener su propio hijo o hija.

–Bueno... si lo dices así... creo que deberíamos empezar a intentar.–Le dijiste con una gran sonrisa. Tony se puso muy feliz y te abrazó muy fuerte.