Natasha Romanoff
Nat preparó una cena romántica para darte la noticia. Siguiendo tú libro de recetas, cocinó tú comida favorita, se vistieron para la ocasión y cenaron en casa. Mientras estaban comiendo, decidió de a poco ir diciéndote.
-Oye, linda... bueno, tú sabes- obviamente sabes porque estabas ahí... que nuestro sueño es ser madres... y las circunstancias no se han dado... y bueno, el destino no ha estado a nuestro favor...-Nat estaba muy nerviosa, lo cual no era normal en ella.
Por lo que pusiste tú mano sobre la de ella, y le ofreciste uns sonrisa.-Nat, cariño... puedes decirme cualquier cosa... respira, y continúa, ¿Okey?
-Si... okey... bueno... amm... okey solo lo voy a decir. Nos inscribí en un centro de adopción y la próxima semana nos traerán a dos hermanos, una niña llamada Amira y su hermano llamado Arib, ambos tienen cinco años y son de Irak.
Sus padres inmigraron con ellos, pero fallecieron... así que... bueno... está la posibilidad de que podamos... adoptarlos...-Te dijo un poco dudosa, ya que ahora que lo pensaba bien, podrías decir que no, o tal vez podrías molestarte. Cuando vio tú rostro, comenzó a asustarse ya que te veía muy seria.
-A ver... osea... ¿Me estás diciendo que en siete días, dos niños, de cinco años van a venir a quedarse con nosotras, y está la posibilidad de que podamos adoptarlos y que sean nuestro hijos?-Le preguntaste totalmente confundida, intentando de entender lo que tú esposa te acababa de decir.
-¿Sí...?-Tespondió Nat en tono de pregunta.
-¡¿Pero Romanoff como no se te ocurrió decirme antes?! Tenemos que comprarles camas, y acondicionar la habitación de invitados para que estén cómodos, y decorarla, y-y-y- ¡Natalia nuestro departamento es muy pequeño!-Comenzaste a decir mientras miles de ideas pasaban por tú cabeza, empezando a caminar de un lado a otro hablando y tratando de formular frases coherentes.
La verdad es que Natasha se quedó bastante tranquila ahora que veía tu reacción, porque sabía que estabas de acuerdo por la forma en la que estabas actuando.
Una semana después, Amira y Arib estaban con ustedes. Y dos meses después, ya eran oficialmente sus hijos, Amira y Arib Romanoff (tú cambiaste tú apellido al de ella). Ambos se encariñaron muy rápido con ustedes y se volvieron muy apegados a ambas, en un mes ya les habían preguntado si las podían llamar mamá a ambas.
Wanda Maximoff
Ers un día normal como cualquier otro en el que tú estabas durmiendo ya que habías trabajado sin parar durante toda la semana, y Wanda estaba en la cocina preparando el almuerzo, cuando recibió una llamada del hospital dándole la noticia de que estaba embarazada de gemelos.
Al principio, antes de ir al centro de inseminación, fue una decisión algo dificil para ti, ya que anteriormente ya habías perdido un bebé, por lo que Wanda se ofreció a intentarlo primero.
A penas colgó el teléfono, corrió hacia la habitación de ustedes y comenzó a saltar en la cama, despertándote de un susto.-¡T/N! ¡T/N! ¡T/N! ¡DESPIERTA! ¡LLAMARON DEL HOSPITAL! ¡FUNCIONÓ! ¡ESTOY EMBARAZADA! ¡VAMOS A SER MADRES! ¡Y SON GEMELOS!-Iba gritando Wanda mientras saltaba en la cama, y tú intentabas agarrar señal y entender lo que estaba sucediendo.
Cuando despertaste completamente, al fin pudiste decir algo.
-¿Qué? ¡¿Estás embarazada?! ¡VAMOS A SER MADRES!-Exclamaste feliz, para luego ambas empezar a saltar en la cama de la emoción. Ya querían ver la cara de Pietro al saber que tendría dos sobrinos a los que malcriar y consentir.
Hope Van Dyne
Ustedes ya habían hecho el proceso de inseminación, por lo que ahora solo quedaba esperar. Dos semanas después, se encontraban en la consulta del doctor esperando a saber los resultados. Cuando les dijo que estabas embarazada, ambas se pusieron muy felices y comenzaron a llorar de la emoción. Hope te abrazó muy fuerte, y te susurró al oído, "lo logramos querida".
Gamora
Ustedes no buscaban quedar embarazadas ni ser madres.
Carol Danvers
Cuando te casaste con Carol, a pesar de no ser legal, fuiste al registro civil y cambiaste tú apellido por el de ella, ya que antes tenías el de tú padre biológico y jamás te había gustado. No importaba qué no fuese legal su matrimonio, al menos ahora tenías su apellido.
Cuando fuiste a la cita con el doctor, Carol se encontraba en una misión en el espacio de la cual volvería al día siguiente. Cuando volvío, ya era de noche y cuando entró a la casa, todas las luces estabas apagadas, excepto la de la sala de estar. En el medio, había una caja de regalo con su nombre.
Cuando la abrió, habían unos zapatos de bebé y una tarjeta que decía "Felicidades Capitana, en nueve meses más conocerá a su pequeño o pequeña". Mientras leía esto, apareciste por detrás y la abrazaste por la espalda, susurrándole al oído, "lo logramos... vamos a ser madres". Carol no pudo aguantar las lágrimas de emoción, y se dio vuelta para abrazarte muy fuerte. Luego se agachó y comenzó a besar tú vientre donde crecería su pequeño retoño.
María Hill
Desde el momento en el que fueron al centro de inseminación, ambas disminuyeron sus horas de trabajo para comenzar a acostumbrarse a la nueva rutina. Cuando el examen de sangre que te hiciste salió positivo a embarazo, ambas se pusieron muy felices ya que por fin podrían cumplir su sueño. Cuando le contaron a Nick ambas juraron haber visto su ojo lleno de lágrimas.
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Avengers preferencias
FanfictionBásicamente el título lo dice todo. No he visto muchos libros de preferencias de los Vengadores (o al menos que no sean de este tipo, en lugar de preferencias de padres), así que decidí hacer uno yo misma. Los pedidos están abiertos. De vez en cuand...