MAMÁ ES NADIE

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Es hora de seguir con mis clases de piano.

El instructor es muy estricto, me puede dar con una regla de madera en mi palma y raras veces en las nalgas, si hago algo mal; así que me esfuerzo, no por él ni por mí sino por mamá.

Mamá nunca está en mi clase, papá sí lo hacía cuando estaba en casa, lo puedo recordar. En esos tiempos con papá, el profesor no usaba nunca la dolorosa regla, papá no lo toleraba, yo era su tesoro y su tesoro no podía ser dañado. Con mamá es diferente, ella debió aprender con dolor y así debo aprender yo.


Ya pasó medio año de la muerte de papá. Apenas fui a visitar su tumba una vez, mamá está ocupada y creo que prefiere no estar allí y olvidar, y que yo lo olvide también.

Casi no recuerdo las palabras de papá, en realidad sí recuerdo, pero cada vez parecen tener menos sentido en mi corta vida ¿por qué papá me las hubiera dicho?

Papá dijo que nadie decidía por mí, pues bien: mamá es nadie, ella hace y deshace mi futuro como mejor le parezca, borra lo que no me sirve, pule lo que cree que es mejor y acepta todo lo que me va a convenir.

Por ejemplo: No puedo ir a jugar, no debo manchar mi ropa, no me debo sentarme encorvada, no debo balancear mis pies bajo mi silla, no debo tamborilear la mesa con los dedos, no debo salpicar la comida, no debo dormir fuera de hora, no debo reír, no debo gritar y mucho menos llorar delante de nadie.

Una vez hablé con la cocinera, creo que hablábamos más seguido, y no me pareció grave lo que le dije, mamá me descubrió y no me oyó cuando le dije que no hacía amistad con ella y solo hablaba. Me dio dos bofetadas que casi me hicieron caer y que sí lograron hacer salir mis lágrimas por el dolor y ella me dio dos bofetadas más para borrarlas de mi rostro.


Afuera de casa todo parece felicidad, los sirvientes hablan entre ellos, ríen, conversan, se bromean, parecen libres aunque no vistan ropas caras como yo. Antes salía, estoy segura que sí, hay pequeños recuerdos en mi mente que me dicen que caminaba con papá ahí afuera y todos me hablaban, pero parece que fue un sueño porque ellos me ignoran y me evitan, aunque hay veces que capto una mirada tierna de ellos sobre mí que desaparece fugazmente, es confuso; solo sé que no tengo que hablar con ellos para que mamá no se enfade conmigo.

Mamá no habla conmigo, yo quiero hablar, casi no conozco mi voz, solo hay silencio en mi vida, excepto por los días que tengo mis lecciones de piano.


Ya casi olvido como fue la vida con papá¿habremos reído con él? Nadie lo sabe y mamá es Nadie.

Dueña de mi LibertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora