¿Cómo estará? ¿Habrá adelgazado? ¿Tendrá ganas de hablar? ¿Extrañará a los niños? ¿Me habrá extrañado cómo yo a él? Tengo miedo, miedo de que haya cambiado algo en él.
Que no haya cambiado, que siga siendo el mismo, el pilar de mi hogar, aquel que me da fuerzas para mirar al frente, que es paciente conmigo, que me engríe un poco; el mismo de siempre.
¿Y qué ocurrirá cuando le diga lo que me pasó los primeros días? Que no se enfade, por favor que no, suficiente tortura tengo por no haberlo tenido a mi lado todo este tiempo. Aunque comprendo que lo mío no es nada comparado a lo que él sufrió.
Desde aquel día con mamá, me alejé por completo de la habitación, los doctores apenas hablaban conmigo pues primero hablaban con mamá que se quedó casi un mes entero y tampoco dio ningún síntoma.
Los días más críticos fueron los diez primeros, y fueron esos mismos días en los que casi caí por el abismo, ahora me arrepiento de mi acción, pero pedí perdón a todos, solo me falta a él. Los siete días siguientes, esos donde yo los pasé más dormida que despierta y mamá no me dijo nada, también pudo irse en cualquier momento y esta vez no por la fiebre sino por lo débil que estaba. Los demás síntomas que aparecieron los siguientes siete también se lo hubiesen llevado en cualquier momento. Creo que fue mejor que mamá decidiera no decírmelo, ni a mí ni a nadie.
Los doctores coinciden en que Louis ya estaba cerca al final de la primera semana del ciclo de la enfermedad, esto por el orden de los síntomas habituales en otros pacientes, y que por muy poco se libró de una hemorragia interna que también es común en pacientes con esta enfermedad y que es principal motivo de muerte. Todo esto me lo contaron cuando el peligro inicial había pasado, más o menos a la quinta semana.
El resto del segundo mes fue más para velar por su recuperación completa, estaba débil y con las defensas muy bajas, si se habría quedado sin supervisión médica, tampoco lo hubiese contado.
Una semana y media más para ver que no tenga una recaída y no la tuvo, al fin y al cabo Louis es fuerte. Deseo yo ser fuerte como él y estar lista para verlo.
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Dueña de mi Libertad
Historical Fiction"Tú no eres esclava de nadie y nadie decide por ti" esas fueron las últimas palabras que me dijo papá antes de morir. A pesar del tiempo no puedo comprender su mensaje y estoy dispuesta a aceptar las pesadas reglas que me impone la sociedad en que n...