UN NUEVO ACONTECIMIENTO

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— Para nada— me responde Louis con una sonrisa de alivio y sorpresa mezcladas—, disculpe señorita Santos— se repone rápidamente—, le dije que estoy ocupado para un té— ¿le ha invitado a un té a mi esposo?—. En otra oportunidad será, tal vez pueda ir junto a mi esposa; por cierto, se la presento: señorita Santos, mi amada esposa Joane; amada Joane, la señorita Santos.

— Oh— digo como si nada y recién hubiera reparado en ella— un gusto— me dan ganas de arañarla— ¿desea un crédito? Mi esposo no es muy bueno para explicarle todo al respecto— no quito el brazo de la cintura de Louis—, a veces no se deja entender— lo miro con inocencia—, cuando dice "en otra oportunidad será" significa que no— veo al coqueto rostro agriarse del disgusto—, pero si desea puede conversar conmigo, verá que me comprende mejor.

— Gracias— dice la coqueta con una voz lejos de ser lo que aparentaba—, tal vez mañana. Con su permiso— se levanta de mi mostrador y se va con la nariz en alto, pero se detiene frente a la vitrina de joyas e intenta buscar, estoy segura, los pendientes que dije que me escogí. Le doy la espalda.

-— Uy, qué mujer— murmuro enfadada y cuidando en no ser oída.

— No me mires así— me dice Louis fijándose en mis ojos—, no hice nada— también habla muy bajo.

— Exactamente por eso es que se te pega tanto— casi ni muevo los labios de la rabia.

— Le dije que estoy casado— se defiende.

— Entonces si no lo estuvieras, habrías accedido a su invitación al té.

— No vamos a discutir aquí— me toma del brazo—, vamos adentro— pongo cara triste y él me suelta de inmediato temiendo haberme lastimado— ¿estás bien?

— Estoy embarazada— le digo aguantando mis lágrimas.

Es turno de Louis de congelarse y eso solo hace que mis lágrimas se amontonen más— está bien— me dice y me abraza, tapando así mi rostro de posibles ojos curiosos—. No te pongas así, es mi culpa, debí detenerla antes— me consuela con la palma en la espalda—; no tuve el valor, lo lamento.

Consigo calmarme un poco y levanto mi rostro hacia él— estoy embarazada— repito.

Él busca la respuesta en su cabeza— no debes preocuparte, ahora estamos mejor que antes— mis lágrimas se arremolinan de nuevo y él sabe que ha cometido un grave error, lo enmienda de inmediato—. En honor a ti y a nuestro nuevo bebé, daré un descuento a todos aquí ¿Te gusta?— lo pienso un segundo y asiento levemente. Louis me da un beso en la frente y sin dejarme de lado alza la voz para hacerse escuchar por todos en el establecimiento— ¡Señores! ¡Hoy es un día especial para mi esposa y para mí! Como queremos compartirlo de alguna forma con todos los que estén presentes aquí y ahora, les haré un descuento a su interés por los siguientes tres meses. Señor Philip tome nota— y todos se aglomeran en el mostrador.

— ¡Una sola fila!— ordena el señor Philip— ¡Ferdinand!— dice a uno de los jóvenes ayudantes— ¡ponte a la puerta y toma nota desde atrás!— saca un libro, una pluma y un tintero y comienza a escribir.

— Ahora sí— me dice Louis concentrándose solo en mí— ¿Qué pendientes quieres?

Me limpio con discreción las lágrimas, me doy vuelta y veo fugazmente a la mujer coqueta marcharse.

¡Así se espanta a ese tipo de mujer!

Dueña de mi LibertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora