— ¿Qué haces a la ventana?— doy un respingo, mi madre acaba de entrar y yo no me he dado cuenta ¿me habrá oído suspirar?
— Miro al caballo en el que aprendí— respondo muy sincera y espero.
— ¿Qué es lo que planeabas?— el miedo se apodera de mí, pero guardo la calma.
— ¿Madre?— el frío recorre mi cuerpo, un frío que me dice que no es posible engañar a mamá, que ella encuentra el modo de saber toda la verdad, así sea usando cualquier modo...
¿Traición? No, me niego a pensar que he sido traicionada, no puede ser cierto, mis fuerzas me quieren hacer flaquear, pero no debo dudar o romperé a llorar y todos mis sueños se irán al suelo.
— ¿Crees que no te conozco?— me dice y comienzo a dudar de mí y de Erick.
— Lo lamento— las palabras me traicionan—, yo no quise, solo fue un juego, lo lamento— y comienzo a llorar, siempre lloro delante de ella, soy tan débil.
— Debes lamentarlo, tus planes no funcionan conmigo— me dice—. Será tu futuro esposo quien escoja el caballo adecuado para ti— tiemblo—. Yo no hago caso de recomendaciones y menos de un simple sirviente— el alma me vuelve al cuerpo y en hora buena me doy cuenta que no abrí la boca de más.
— Sí, madre— ella se va y yo respiro con normalidad
¿Cómo se me ocurrió dudar de Erick? Qué tonta soy y encima casi abro mi boca para delatarnos. Este es un error que no volverá a pasar.
Ya mucho más tranquila y antes de acostarme, me siento en mi cama y me pongo a pensar que de todas formas lo ocurrido luego de la partida de Erick me servirá como una lección a futuro, es decir para los próximos treinta días. Haré uso de todo mi autocontrol y daré lo mejor de mí para engañarlos a todos.
Antes de dormir miro al cielo y pienso en Erick, de solo pensar en que lo no veré por largo tiempo me aflige, pero me consuelo en que su ausencia tiene un motivo mucho más grande.
Me mantendré callada, como ellos quieren que sea, no me será difícil pues he estado callada hasta hoy, nadie sospechará de mí; luego me encontraré con Erick y no me separaré de su lado.
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Dueña de mi Libertad
Historical Fiction"Tú no eres esclava de nadie y nadie decide por ti" esas fueron las últimas palabras que me dijo papá antes de morir. A pesar del tiempo no puedo comprender su mensaje y estoy dispuesta a aceptar las pesadas reglas que me impone la sociedad en que n...
