LO QUE REALMENTE IMPORTA

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La noche llega y la casa ya no está tan llena como antes. Mis invitados se han ido ¿o soy yo la invitada?

En casa hemos dejado a mis tres hijos jugando con el nuevo Navegante, aunque George ya se durmió.

— ¿Cuándo hiciste esto?— reprocho a Louis, estamos bajo un árbol metros más debajo de casa y no nos sentimos atemorizamos por la oscuridad.

— Debí hacerlo mucho antes— me responde con suavidad, apoya su cabeza en mi regazo—, es fácil recordar cuando... después de recuperarme, escribía cartas ¿recuerdas?— asiento, pero recuerdo que no puede verme.

— Sí, pero pensé que era por trabajo.

— Ahora sabes que no— acaricio su pelo—. También amaba este lugar, tú y yo y nuestros hijos... éramos pobres, pero nos amábamos y eso era suficiente para nosotros.

— Nos seguimos amando— le recuerdo.

— Sí— él estira su mano y tantea hasta llegar a mi rostro—. No te lo dije antes, pero cuando regresamos a tu tierra tenía miedo que todo cambiara entre tú y yo. Aquel era el mundo en el que habías crecido, donde tenías todo a la mano, vestidos nuevos, una habitación enorme, mucha comodidad ¿quién no gustaría de tanta comodidad?; en cambio yo solo te di carencias, sufrimientos, preocupaciones, vestidos viejos para ti y nuestros hijos...

No lo dejo terminar, no es justo— tú me diste lo más importante— le digo y tomo su mano—: confianza en mí misma, la oportunidad de ser libre— beso su mano—, y sobretodo amor, y eso era lo que en verdad necesitaba.

Dueña de mi LibertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora